El IVA y la actividad cultural

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El IVA y la actividad cultural

Javier J. Hernández Acosta[1]

javihernandez@yahoo.com

 

En el año 2006 el gobierno de Puerto Rico decidió enmendar su sistema contributivo para implementar un impuesto de ventas y uso (IVU) que buscaba ampliar la base contributiva y lograr recaudos de la economía informal, principalmente para el pago de deuda. Sin embargo, esa reforma no alteró el sistema de contribución sobre ingresos y no contempló que la economía comenzaba una recesión que pronto cumple 10 años. Ese nuevo sistema se convirtió en una válvula de escape para muchos comerciantes que lo asumieron como un subsidio a sus operaciones, recaudando el impuesto sin remitirlo a Hacienda.

Hoy el gobierno vuelve a intentar remediar esa deficiencia con un sistema contributivo mucho más eficiente en el recaudo, puesto que diversifica el riesgo buscando captar en cada etapa de la cadena y no únicamente en el consumo final. Sin embargo, más allá de un tema de reestructuración el énfasis está en aumentar el recaudo, una realidad que pesa cuando el responsable termina siendo el ciudadano.

En medio de la discusión, diversos grupos han salido a defender sus sectores, todos con argumentos sobre cómo afectará sus operaciones o cómo se alterarán las prioridades de los consumidores. En el macro, aun cuando se reestructure el sistema de contribución sobre ingresos, el IVA tendrá un efecto adverso sobre la mayoría de los ciudadanos. No hay sistema de reembolso ni calculadora que oculte eso. La actividad cultural y creativa tampoco está exenta de eso.

En una discusión como esta es necesario mirar el cuadro completo. Lo natural es que cada segmento defienda su finca, sin considerar las prioridades del país. ¿Es más importante la cultura, la educación, los alimentos o servicios médicos? ¿Cuál debe ser el orden de prioridades? Por otro lado, hablar de la actividad cultural siempre tiene el reto de no saber dónde tirar la raya. ¿Cómo definimos la actividad cultural? ¿Qué debe estar exento y qué no? ¿Es lo mismo un concierto en el Choliseo que un obra en el Victoria Espinosa? ¿La artesanía sí pero el diseño no?

Dejando a un lado esa discusión, debemos establecer los argumentos por los cuales es IVA afecta la cultura. Pensar que aumentará el costo para los consumidores no es un argumento porque lo mismo ocurrirá con una infinidad de productos y servicios. Es el mismo argumento que usamos con la crisis económica y la reducción en la demanda y los presupuestos de entretenimiento y ocio. Eso es simplemente la tendencia en las prioridades de los consumidores y es muy difícil cambiarlo.

Aquí el problema está en que la cadena de valor de la actividad cultural está muy concentrada en los creadores y a su vez, son industrias intensivas en mano de obra. De igual forma, el marco legal no ha podido reconocer las particularidades del trabajo cultural, ubicándolo siempre como contratistas independientes. Con el alto porciento que representan los servicios profesionales en la producción cultural, un incremento del 16% en esos servicios, que es donde está la mayor parte del valor añadido, afectaría demasiado los márgenes que tienen los productores para operar.

Finalmente, hay un asunto de política pública. El gobierno tiene una oportunidad para establecer claramente algunas actividades que quiere incentivar. La actividad cultural y creativa es una actividad de gran interés para el estado, no solo por su impacto económico sino por un asunto de política cultural. Por esta razón, el estado debería establecer claramente un IVA reducido, quizá la mitad, para la actividad cultural. Esto debe incluir los eventos culturales en las artes escénicas, música, literatura, artes visuales, artesanías y cine. Esto debe ser tanto en los servicios como en la venta de bienes y derechos de admisión. Finalmente, me atrevo a tirar la raya y establecer que los eventos en el Choliseo y lugares similares no deben estar exentos y deben tener un IVA regular. Esto enviaría un mensaje claro de cuál es la política pública en relación a la actividad cultural como infraestructura de desarrollo.

[1] El autor es profesor universitario y director ejecutivo de Inversión Cultural

Por la colegiación voluntaria de actores

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Por la colegiación voluntaria de actores

Javier J. Hernández Acosta[1]

javihernandez@yahoo.com

La colegiaciones profesionales han estado muy presente en el debate nacional en los últimos años. En días recientes comenzó la discusión sobre la colegiación compulsoria de actores gracias a un proyecto de ley que plantea que dicha colegiación sea de carácter voluntario. Este debate no debe pasar desapercibido, sobre todo en momentos en que procuramos una nueva política cultural amplia, coherente y que ubique a la cultura en un nuevo espacio dentro de la agenda del país.

La colegiación de actores se estableció en 1986 como mecanismo para atender un mayor flujo de contenidos y recursos culturales que venían del extranjero. Como en muchos otros países, y a pesar de que nuestra relación política con los Estados Unidos lo imposibilitan, esta es una estrategia loable. Sin embargo, más allá de promover talleres de trabajo, el mecanismo se convirtió en una barrera para los propios artistas locales. Las colegiaciones profesionales establecen regulaciones para proteger el interés público. Esto ocurre en profesiones que requieren estandarización por razones de seguridad, salud, libertad, etc.

Sin embargo, en las artes y la cultura, el alto interés público es promover el acceso y participación en la vida cultural de un país. En las artes, por más que queramos definir profesionalización, buscando un mejor panorama laboral, no es posible tirar la raya entre unos y otros. Por esta razón, contrario a tratar de forzar mecanismos de mercados laborales tradicionales, tenemos que desarrollar nuestros propios espacios de colaboración y asociación. Tan útil para la cultura es un Colegio de Actores con ingreso voluntario que los 600 actores que se han reunido de manera informal a promover este cambio. Necesitamos cooperativas, asociaciones, colegios que promuevan el desarrollo profesional y redes informales.

Tenemos que superar la idea de que el único mecanismo que tiene el gobierno para promover una política pública es regulando, tal y como ha vuelto a ocurrir con el proyecto del carnet para presentarse en espacios públicos. Los actores y artistas del país necesitan cada día mejores condiciones que faciliten el trabajo que muy bien saben hacer. Las soluciones tienen que ser tan creativas como ese trabajo. De lo contrario, seguimos creando legislaciones cuyas externalidades son más dañinas que su beneficio.

 

[1] El autor es profesor universitario y director ejecutivo de Inversión Cultural

Convocatorias de emprendimiento cultural

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Abajo encontrarán los enlaces a las convocatorias del Nido Cultural. Las convocatorias estarán abiertas hasta el 15 de enero donde comenzará el proceso de evaluación y selección.

 

Convocatoria de capacitaciónCimientos del nido (pdf) - Esta convocatoria va dirigida a artistas, gestores y emprendedores culturales y creativos con una idea de negocio. Los seleccionados participarán de una capacitación de 40 horas en desarrollo empresarial y mentoría para el desarrollo del negocio propuesto.

Convocatoria de becas gerencialesPloceus Velatus (pdf) - Esta convocatoria va dirigida a empresas y organizaciones culturales existentes que necesiten apoyo en algún aspecto gerencial. Los seleccionados recibirán consultoría gratuita para algún área administrativa o proyecto en desarrollo. El Nido determinará la cantidad de horas y alcance de la beca según las necesidades de la empresa u organización.

Convocatoria de innovación culturalOut of the nest (pdf) - Esta convocatoria va dirigida a empresas u organizaciones culturales existentes con potencial de desarrollar productos o servicios que puedan tener un impacto económico considerable a través de la innovación. Los seleccionados recibirán asesoría en el desarrollo e implementación de las innovaciones.

Convocatoria de prácticas empresarialesNido multidisciplinario (pdf) - Esta convocatoria va dirigida a estudiantes universitarios que necesiten completar un internado o práctica como parte de su programa académico. Se crearán grupos multidisciplinarios para trabajar con empresas y organizaciones culturales durante un semestre. El objetivos es que estos estudiantes se involucren con las industrias culturales y creativas como oportunidad laboral y empresarial.

 

En el siguiente enlace pueden acceder al formulario inicial

Solicitud a convocatorias del Nido Cultural

www.inversioncultural.com

 

RAMITAS DEL NIDO

Un Nido Cultural para emprendimientos creativos

Nido Cultural - Cover  

El proyecto Inversión Cultural acaba de lanzar una nueva plataforma orientada al emprendimiento creativo: El Nido Cultural. Esta iniciativa busca proveer recursos a los emprendedores culturales en Puerto Rico a través de convocatorias que atiendan distintos componentes claves en el desarrollo de industrias culturales y creativas.

El Nido Cultural comenzará con cuatro convocatorias que atienden el tema de capacitación, innovación, apoyo gerencial y prácticas empresariales. “Nuestra meta es fortalecer el ecosistema cultural en Puerto Rico. A partir de nuestra experiencia e investigación hemos identificado áreas que requieren atención. A eso van dirigidas las convocatorias”, comentó Javier Hernández, fundador del proyecto. Según Hernández, “La metáfora del Nido pretende comunicar que los emprendedores no están solos. Queremos acompañarlos en el proceso a través de capacitación, recursos gerenciales para los que ya están operando y un programa de innovación que promueva el crecimiento económico. Por último, queremos generar capital humano a través de prácticas empresariales para estudiantes universitarios.”.

Además de las convocatorias, el Nido Cultural busca generar cohesión y colaboración en algunos sectores estratégicos y su proyecto piloto será la industria musical. “Junto a un grupo de organizaciones hemos comenzado a desarrollar La Red Musical, un esfuerzo para crear un clúster de música que genere iniciativas conjuntas. El sector musical es un activo económico valioso para Puerto Rico y aun no hemos liberado su potencial,” agregó Hernández, quien además es profesor de mercadeo en la Universidad del Sagrado Corazón.

El lanzamiento de las convocatorias será en una actividad educativa el día 17 de noviembre de 2014 en el Conservatorio de Música de Puerto Rico. En la actividad se discutirá el tema de derechos de autor, comparando los modelos tradicionales con los “creative commons”. La charla estará a cargo de los licenciados Hiram Meléndez y Rafael Texidor del capítulo Creative Commons Puerto Rico.

Inversión Cultural es una organización sin fines de lucro organizada en el año 2008 con el fin de promover el emprendimiento a través de investigación, capacitación y mentoría a microempresas en las artes y la cultura. El proyecto publicó el primer estudio sobre El Perfil de la Economía Creativa en Puerto Rico y estuvo a cargo de la capacitación del Laboratorio de Empresas Creativas que ofreció el Municipio de San Juan el verano pasado.

Las convocatorias estarán abiertas hasta el mes de enero donde comenzará la implementación de los proyectos. Los emprendedores y organizaciones existentes pueden pertenecer a sectores como música, teatro, literatura, artes visuales, juguetes, gastronomía, espacios culturales, diseño, cine y cualquier otra actividad de contenido cultural. Para mayor información pueden visitar a www.inversioncultural.com o comunicarse a través de inversioncultural@gmail.com.

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Inversión Cultural representa a Puerto Rico en Ottawa, Canadá

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Los días del 9 al 11 de octubre se llevará a cabo el STP&A Conference (Social Theory, Politics and Arts) en la ciudad de Ottawa, Canadá. Esta conferencia celebra su 40ma edición y representa uno de los más importantes foros para académicos, practicantes, estudiantes y responsables de política pública en torno al tema de las artes y la cultura. La conferencia está afiliada al “Journal of Arts Management, Law and Society”, una de las principales autoridades en el tema de administración de las artes y política cultural que lleva los mismo 40 años de publicación.

Descarga el programa del evento

Esta edición ha sido organizada por la Universidad de Ottawa, pone el enfoque en la relación entre investigación y práctica, con implicaciones para la política pública y los cambios que enfrentan las organizaciones culturales alrededor del mundo. En el caso de Puerto Rico, el director ejecutivo de Inversión Cultural, Javier Hernández presentará dos investigaciones de interés. La primera, discute el emprendimiento colectivo como un modelo de gestión en las artes. Siguiendo el modelo de la cooperativa Taller Cé, se plantea la necesidad de crear medianas empresas que permitan acceso a mercados, financiamiento y alternativas a la industria tradicional.

La segunda investigación recoge por primera vez el perfil ocupacional del trabajo cultural y creativo, utilizando la Encuesta sobre la Comunidad del Censo. Dicha investigación aporta los datos de Puerto Rico al informe “Artists in the Workforce” del National Endowment for the Arts (NEA) y hace comparaciones con el resto del mercado laboral y entre los sub-sectores de la economía creativa. Esta investigación, que será presentada posteriormente en Puerto Rico, supone un ejercicio importante para la toma de decisiones de política pública entorno a las industrias culturales y creativas.

“Para nosotros en Inversión Cultural es importante documentar las buenas prácticas de emprendimiento y el uso de información estadística como apoyo a la toma de decisiones de política pública. Eso es precisamente lo que vamos a presentar en la conferencia. La discusión internacional nos pone en el mapa y permite comparar experiencias y consolidar esfuerzos.”, comentó Javier Hernández, quien también es profesor en la Universidad del Sagrado Corazón.

En el año 2011, el Prof. Javier Hernández participó de la 38va edición de la Conferencia, recibiendo el premio de “Mejor artículo de estudiante graduado”. Dicha investigación, titulada “Differences in Cultural Policy and its Implications for Arts Management: Case of Puerto Rico”, fue publicada en el “Journal of Arts Management, Law and Society” en agosto de 2013.

Para mayor información sobre la conferencia pueden visitar www.stpaconference.org.

Emprendimiento colectivo

Emprendimiento Colectivo

Por Javier J. Hernández Acosta[1]

javihernandez@yahoo.com

Publicada en la sección del Negocios del El Nuevo Día el sábado 14 de septiembre de 2014

Columna

Uno de los principales retos de las industrias creativas consiste en la polarización del sector. La apertura de los mercados internacionales permitió muchas multinacionales adquirieran a las medianas empresas locales, provocando lo que la UNCTAD ha llamado el “missing middle”. El problema radica en que tenemos industrias donde por un lado operan grandes conglomerados y en el otro múltiples microempresas con grandes dificultades para acceder a mercados. Entonces, una estrategia de desarrollo económico en el sector creativo deben atender esa brecha, provocando un fenómeno no muy utilizado que podríamos llamar emprendimiento colectivo.

En el año 2001, un grupo de cantautores decidió unirse a través de una cooperativa para crear una marca común que facilitara el acceso a financiamiento, producción, difusión y audiencias. Taller Cé fue un gran experimento de cómo llenar esa brecha en la industria musical. En estos días, la Compañía de Comercio y Exportación adelanta un proyecto similar con la apertura de una tienda para su marca de ropa P.ERE. Este proyecto agrupa una serie de diseñadores bajo una marca común, permitiendo acceso a un segmento del diseño muy poco atendido por los empresarios locales y que representa una industria multimillonaria a nivel local e internacional.

Hay varios elementos que discutir en esta propuesta que son pertinentes a otros sectores creativos. Por un lado, fomenta la colaboración empresarial que está tan ausente de nuestro panorama económico. Se inserta en un segmento de consumo masivo que hasta ahora había sido desatendido por la mayoría de los diseñadores. Promueve el desarrollo individual a través de sub-marcas y facilita el acceso a producción y distribución. De igual forma, también supone una forma de sustitución de importaciones y promueve eslabonamientos con otros sectores productivos tradicionales como la manufactura.

El proyecto de P.ERE es un buen experimento sobre cómo promover innovación en las propias formas de emprendimiento. Debemos explorar un balance entre el desarrollo empresarial individual con estructuras que reduzcan las barreras de las empresas locales para ser competitivas a nivel internacional. Las marcas comunes, el cooperativismo y las alianzas estratégicas son alternativas reales de emprendimiento colectivo y un buen paso en esa dirección.

 

 

 

[1] El autor es profesor universitario y gestor cultural.

¿Por qué las industrias creativas?

¿Por qué las industrias creativas?

Javier J. Hernández Acosta[1]

javihernandez@yahoo.com

Ponencia presentada ante la Asamblea de la Asociación de Economistas de Puerto Rico

29 de agosto de 2014, San Juan, Puerto Rico

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Foto panel Economistas

 

¡Muy buenos días! Agradezco a la Asociación de Economistas de Puerto Rico por la iniciativa de pensar en las industrias creativas como eje central de este intercambio de ideas y reflexión. Definitivamente Puerto Rico vive momentos que nos obligan a pensar en alternativas reales. De igual manera, la seriedad de ese contexto también nos aleja de las fórmulas mágicas y las soluciones a corto plazo. La palabra sostenibilidad cobra un rol de mayor importancia, y nos comenzamos a cuestionar si el objetivo es mejorar la economía o desarrollar una mejor economía. Yo opto por la segunda.

Dejando claro que no proponemos soluciones únicas ni mágicas, partimos de la importancia de preguntarnos a quién queremos traer a la mesa del desarrollo económico. Hemos dado espacio a la manufactura, a la banca, a la construcción, al turismo, al gobierno, al sector farmacéutico y a muchos otros esfuerzos que le han servido en su momento al País. El único problema fue que apostamos a ellos con una certeza incomprensible de que teníamos una ventaja competitiva sostenible. Lo cierto es que esa apuesta también ha sido enfocada a una visión departamentalizada de la economía. Identificamos un sector con potencial, creamos toda una infraestructura para desarrollarlo, lo explotamos y luego vamos buscando un sustituto cuando cambian las condiciones del ambiente externo.

Sin embargo, existe un agente económico cuyo impacto es de naturaleza transversal. Genera actividad económica directa, fomenta la innovación, opera en un entorno de inclusión, impacta el desarrollo comunitario, promueve la participación y opera bajo esquemas mentales que lo liberan de los paradigmas económicos convencionales. Los creativos tienen un rol importante que asumir en el desarrollo económico de Puerto Rico, y ahí está la importancia de la economía creativa.

Foto Economistas - Javier Hernández

 

¿Qué son las industrias creativas?

Industrias creativas, economía cultural, economía creativa o industrias culturales son conceptos bastantes recientes y cuya definición depende del contexto y las prioridades. Los artistas son el eje de la economía creativa, pues son los responsables de la actividad creativa en su contexto más puro y en muchas ocasiones operan fuera de una economía de mercado. Esto incluye lo contemporáneo y las manifestaciones tradicionales que conforman el patrimonio material e inmaterial. Estamos hablando de la música, el teatro, artesanías, literatura, las artes plásticas y otras prácticas artísticas y culturales. Estos sectores, aunque en ocasiones no manifiestan su valor económico de manera directa, tienen un rol importante en la educación, el turismo cultural, la cohesión social, la identidad y la internacionalización. Estas dinámicas de valor son mucho más que externalidades, y sugieren un gran reto para la economía postindustrial y las formas de medición de bienestar y desarrollo. Si se observan con profundidad sectores como la música, y se analiza como un ecosistema más allá de una industria, notaremos fuertes eslabonamientos (intra e inter-industria) y de alcance internacional, con un impacto económico que no se recoge en las cuentas nacionales.

A partir de las artes surgen las industrias culturales, que según la UNESCO son “aquellos sectores que conjugan creación, producción y comercialización de bienes y servicios basados en contenidos intangibles de carácter cultural, generalmente protegidos por el derecho de autor” (UNESCO, 2001). La industria editorial, el disco (o sus nuevos formatos digitales), el cine, la televisión y otros medios, los juegos y juguetes, son algunos ejemplos. Las industrias culturales representan un sector importante en la economía. Aportan entre el 4 y el 6% del PIB de muchos países y entre 2 y 4% del empleo total. Además, representan la actividad principal a través de la cual se constituyen los imaginarios y la identidad de los países. Tan importante ha sido el reconocimiento de estos sectores, que los países han sido muy cautelosos en la liberalización de estas industrias a través de los tratados de libre comercio. A esta posición, liderada por Francia y la Comunidad Europea durante la Ronda de Uruguay, aún se le conoce como la “excepción cultural”.

Posterior al desarrollo de las industrias culturales se amplió todavía más el concepto para incluir sectores que contenían menos valor simbólico y un mayor valor utilitario. Es aquí cuando se plantea el concepto amplio de industrias creativas, que ahora incluye sectores como el diseño (gráfico, industrial, moda, digital), arquitectura y publicidad, entre otros. Este nuevo sector económico, que se presentó como política pública en Australia en 1994 y cobró auge en 1997 en el Reino Unido, se ha propuesto a nivel internacional como una alternativa real de desarrollo. El año pasado, surgió un nuevo esfuerzo para promover el potencial de estas industrias con el informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) conocido como la Economía Naranja. En unas comparaciones hipotéticas interesantes, el informe plantea que la Economía Naranja sería equivalente a la cuarta economía del mundo (después de USA, China y Japón), el noveno principal exportador, la cuarta fuerza laboral y representaría el 6.1% del PIB Mundial (BID, 2013).

 

¿Existe una economía creativa en Puerto Rico?

Nadie negaría que en Puerto Rico abunda el recurso creativo. Sin embargo, en muy pocas ocasiones se ha construido un perfil económico de estos sectores. En 1991, el Dr. Ángel Ruiz presentó un trabajo sobre “El Impacto Económico de la Actividad Cultural en Puerto Rico”. En el año 2013, presenté el informe sobre “El perfil de la economía creativa en Puerto Rico” [2], utilizando información del Censo para establecer que aproximadamente existen 1,889 establecimientos en las industrias creativas que generan 14,715 y un volumen de negocios estimado de $1.74 billones de dólares. De acuerdo con información de la Encuesta de la Comunidad, podrían existir otros 6,285 creativos que trabajan por cuenta propia. En términos generales, y utilizando la misma fuente del Censo, estos creativos son más jóvenes, con mayores ingresos, trabajan menos horas semanales (en teoría) y tienen una formación académica más alta que el resto del mercado laboral. Es importante destacar que el 29.6% de los creativos trabaja por cuenta propia, mientras que en el resto del mercado laboral ronda el 10%. En el caso de las artes, el 53% trabaja por cuenta propia, una realidad que deben empezar a atender las universidades a través de programas de desarrollo empresarial en estas disciplinas.

Algunos estimados podrían llevarnos a establecer que la economía creativa en Puerto Rico genera aproximadamente un 2.67% del PIB. Para tener una idea de lo que esto significa en términos comparativos, en Colombia y en la Unión Europea representa un 3.3%, en Estados Unidos puede llegar al 11% y en Latinoamérica promedia el 8.7%. En términos del empleo, en Puerto Rico podría representar el 1.67%, mientras que en Estados Unidos es el 8.1%, 3% en la Unión Europea y 5.6% en América Latina. Sin embargo, debemos comenzar con no limitar su impacto a través de los indicadores tradicionales, puesto que su valor manifiesta un balance entre lo económico (monetario y no monetario) y el valor cultural. Sin embargo, no estamos hablando de manera abstracta, puesto que incluso el Negociado de Análisis Económico de Estados Unidos (BEA) revisó la metodología del PIB el pasado año para incluir la creación artística dentro de la variable de inversión en la fórmula. Luego de la revisión, el PIB de los Estados Unidos subió en un 3%.

 

¿Qué necesitamos para promover la economía creativa en Puerto Rico?

  1. Los tres pilares de la economía creativa – Es necesario pensar en una visión diversificada del impacto económico de la economía creativa. Debemos pensar en la exportación directa de contenidos culturales a través de medios tradicionales y digitales, incluyendo el cine, la música y el diseño. De igual forma, el segundo vehículo fundamental para la creación de riqueza es el turismo. No hay tal cosa como el turismo cultural porque todo el turismo es cultural. Por lo tanto, las estrategias para promover el sector no pueden estar desligadas del trabajo cultural, porque ahí precisamente está el elemento diferenciador de Puerto Rico y no únicamente en los hoteles, el sol y la playa. Finalmente, no hemos contemplado la importancia de aumentar el consumo local de producción local. Los bienes y servicios culturales podrían representar entre el 3 y 6% de la canasta básica, y son en su mayoría productos importados. Promover la sustitución parcial de estas importaciones tiene un gran impacto, no solo económico, si no en términos de imaginarios e identidad.

 

  1. La cultura como motor de desarrollo – El segundo aspecto importante es dejar de mirar la cultura como un elemento estático y como un obstáculo al desarrollo. Los retos de la política cultural a mediados de los años 50 requería proteger manifestaciones tradicionales que estaban desatendidas. Esta política tuvo mucho éxito. Ahora nos toca reconocer el carácter híbrido, dinámico y rápido de la actividad creativa. La cultura y el patrimonio se construyen cada día. Por eso necesitamos comenzar a pensar en una “cultura emprendedora”, donde los artistas y gestores culturales se vean como agentes de cambio social, económico y cultural. Esto requiere repensar el rol de la academia, que produce artistas sin las herramientas para desenvolverse en el complejo entorno económico. Nuevamente, tenemos que pensar la cultura como motor. Como recién ha planteado el Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa: “La cultura mueve al mundo, no la economía.” O en palabras del economista holandés Arjo Klamer: “Un país es rico si tiene educación fuerte, artes, patrimonio cultural y baja desigualdad”.
  2. El diseño como eje de innovación – Cada día el diseño se convierte en el elemento de mayor valor añadido para las empresas. Hablamos del diseño de productos, procesos, marcas, organización, identidad gráfica, etc. El desarrollo tecnológico y el acceso a los mercados internacionales presenta unas barreras en los elementos de diferenciación que sólo puede superar una cultura de diseño, cultura que no existe en Puerto Rico. En pocas palabras, los creativos tienen un rol importante en el desarrollo económico local y su potencial exportador. Si logramos involucrarnos en las etapas de diseño, podremos estar en mejor posición de apoyar al sector de manufactura, que todavía representa una actividad importante en la economía de Puerto Rico. De igual forma, el diseño también interviene en los procesos sociales, incluyendo la participación ciudadana y la administración pública. Si algo puede hacer la política pública es promover esa cultura de diseño e innovación. Para dar un ejemplo, algunos países europeos han implementado programas de vales o “créditos creativos” que pueden ser redimidos por las empresas en servicios creativos.
  3. La estrategia de industrias culturales y creativas – Finalmente, proponemos el desarrollo de una estrategia de industrias culturales y creativas, algo que está elaborando la Comisión para el Desarrollo Cultural nombrada por el Gobernador en julio de 2013. Una estrategia de industrias culturales y creativas debe presentar lineamientos generales dirigidos a los distintos agentes del ecosistema cultural, incluyendo gobierno, academia, empresa privada y el propio sector creativo. Es importante que la legislación y programas existentes estén alineados con estrategias a corto, mediano y largo plazo. De igual forma, debemos ser inclusivos a la hora definir el sector cultural y creativo para evitar fragmentaciones en una etapa tan inicial. Entre esos lineamientos se encuentra promover una cultura de desarrollo empresarial, acceso a financiamiento y a mercados locales e internacionales. Un cuarto lineamiento, consiste en fortalecer el componente de los sistemas de información cultural, algo muy pertinente a los presentes en esta Asamblea. Es necesario un mayor acceso a las estadísticas nacionales y al desarrollo de nuevas fuentes de información. Encuestas de consumo cultural, análisis de cadenas productivas, una Cuenta Satélite de Cultura y una agenda de investigación económica es necesaria para que comencemos a tomar decisiones a base de información y no cometer los errores del pasado. En este sentido, es importante reconocer que agencias como el Instituto de Estadísticas, el Departamento de Hacienda y el Departamento de Estado han comenzado a colaborar con estos esfuerzos.

Debemos aprovechar esta oportunidad para construir un sistema de indicadores tan creativo como la propia gestión que pretendemos promover. No basta con establecer cuánto aporta las industrias creativas al PIB, el empleo o la balanza de pagos. Más allá de su impacto a nivel macro, una economía creativa requiere estar diversificada a nivel geográfico y por sector, necesita un fuerte componente educativo y una capacidad emprendedora visible. Sugiero un índice de economía creativa que combine variables como la producción y empleo con índices de concentración, coeficientes de localización, cantidad de maestros de bellas artes per cápita, graduados de programas creativos, registros de propiedad intelectual, participación cultural y gasto público por emprendimiento creativo.

 

Comentarios finales

Durante el resto del día de hoy desfilarán una serie de personas que de alguna forma han adoptado el enfoque de la economía creativa y promueven su desarrollo desde distintos ámbitos. Los colegas Alfredo Nieves y el Arq. Javier de Jesús son ejemplos de creativos que conocen el potencial de las industrias creativas y lo incorporan en múltiples dimensiones de su trabajo y cotidianidad. Luego tendremos un panel de mujeres emprendedores y creativas que demuestran el impacto diverso de la economía creativa y una visión mucho más amplia de lo que puede ser la innovación, desde reposicionar la Salsa como actividad social, cultural y económica (Cambio en Clave), la importancia de la infraestructura cultural (Coliseo de Puerto Rico) y la creatividad como elemento clave de éxito empresarial y participación ciudadana (Seriously Creative!). En la tarde escucharemos algunos de los esfuerzos legislativos, de la academia y del ejecutivo para promover el sector cultural y creativo.

Finalmente, es necesario poner en contexto la nueva cultura de emprendimiento creativo. En los últimos años hemos podido apoyar iniciativas empresariales en sectores como la música, el teatro, la gastronomía y el diseño digital, entre otros. Hace unas semanas culminamos el primer Laboratorio de Empresas Creativas, una iniciativa del Municipio de San Juan. Sobre 150 emprendedores, artistas y gestores mostraron interés en la convocatoria para desarrollar microempresas creativas. El grupo de 20 emprendedores atiende sectores como el turismo, la gastronomía y la agricultura, el diseño gráfico e industrial, la danza y el teatro, el uso de espacios públicos, las artes plásticas, el cine y la industria de juegos. Esta diversidad y disposición nos da una idea de lo creativo de esta nueva economía, agentes de cambio que buscan un rendimiento económico, cultural y social y que no tienen miedo a explorar múltiples posibilidades. Esta es la “mejor economía” que estamos buscando.

No quisiera terminar sin ponerle nombre a agentes que forman parte del ecosistema cultural y creativo en Puerto Rico en su concepción más amplia, desde los que operan fuera de las dinámicas de mercado hasta lo que operan en función de ella. Los invito a buscar sobre estos proyectos y a comprometerse a apoyar las industrias creativas desde el análisis económico, la estadística y la política pública. Entre ellos se encuentran iniciativas de los museos MAC, MAPR y Museo de Arte de Ponce, Beta-Local, Andanza, Agua, Sol y Sereno, el Conservatorio de Música de Puerto Rico, la Escuela de Artes Plásticas, Y no había luz, Teatro Breve, Cambio en Clave, LAB787, Constructo, Antrocket, Pimienta, Abracadabra, Pixelogic, Blimp, Guillermo Domínguez, Seriously Creative!, el Conservatorio de Artes del Caribe, Espacio Común y Empanadillas Geométricas, La Respuesta, Muuaaa, La Calle Loíza, El Circo Nacional, Libros AC, Los Muros Hablan, Santurce es Ley y las galerías de la Cerra, la Casa de Cultura Ruth Hernández en Río Piedras, 80grados, la Incubadora Creativa en Mayagüez, Rojo Chiringa, La Beckett, el PRCEI, ADN Creativo, el Corredor Digital, Piloto 151, ProArte Musical, AdocPR y muchos otros artistas, creadores, gestores y diseñadores. La dirección correcta es crear las condiciones y fortalecer ese ecosistema creativo, que luego se encargará de impactar la economía. En palabras de Eduardo Galeano: “Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo.” Muchas gracias!

 

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[1]Profesor de mercadeo en la Universidad del Sagrado Corazón y director de Inversión Cultural, proyecto que ofrece apoyo empresarial al sector cultural y creativo. www.inversionculural.com.

[2]Hernández, J. (2013). Perfil de la economía creativa en Puerto Rico. Disponible en www.inversioncultural.com.

Sagrado ofrecerá curso profesional en industrias creativas

Foto Lab 2 Foto Lab 1 Fotos por Noemí Segarra

 

La Universidad del Sagrado Corazón ofrecerá un curso corto sobre “Modelos de negocio en las industrias creativas” como parte del programa de Educación Continua. El curso comenzará el 13 de septiembre y se extenderá durante tres sábados para un total de 9 horas contacto. El curso será ofrecido por el Prof. Javier Hernández del Departamento de Administración de Empresas de la institución.

Descripción del curso

“En este curso se discutirán los principales elementos que componen la industria: la creatividad, la cultura y la innovación. Se presentarán los distintos modelos de negocios creativos, y la dinámica alrededor de la creación de estas empresas. Se discutirá sobre la importancia del sector creativo y cultural a nivel global, y su aportación en la economía de Puerto Rico. Además, conocerás sobre casos específicos de empresas culturales y creativas en la Isla.”

Esta es la primera vez que se ofrece formación profesional a emprendedores, ejecutivos y personas interesadas en las industrias creativas. El curso espera impactar a profesionales en los sectores de patrimonio, artes, medios, diseño y servicios creativos. Según el Prof. Hernández, autor del Perfil de la economía creativa en Puerto Rico: “Esta es una oportunidad de comenzar a entender las dinámicas de producción de las industrias creativas e identificar modelos de negocio que garanticen la sostenibilidad de las empresas.”

El curso tiene un costo de $90 y será parte de una secuencia de formación profesional que incluye cursos en mercadeo, aspectos legales y financieros y diseño organizacional enfocados en el sector creativo. “Necesitamos seguir desarrollando herramientas de formación profesional para los emprendedores. Todo aquel interesado en promover este sector puede participar, desde profesores, empleados públicos, emprendedores, estudiantes y profesionales creativos y de la industria tradicional. La economía creativa atraviesa casi toda la economía. Debemos utilizarla como recurso de creación de valor.”, comentó Hernández quien a través de Inversión Cultural diseño e implementa el Laboratorio de Empresas Creativas, un proyecto de capacitación y seguimiento a 20 emprendedores creativos en San Juan.

Los interesados en el curso pueden comunicarse con el Departamento de Educación Continua al 787-728-1515 ext. 2419, 2420, 2421 y 2422. También pueden escribir a jjhernandez@sagrado.edu.

Página web: http://cursoscortos.sagrado.edu/nuevos.html

Información adicional sobre las industrias creativas en Puerto Rico:

Perfil de la economía creativa en Puerto Rico: http://inversioncultural.com/?page_id=1121

 

Completan capacitación del Laboratorio de Empresas Creativas

Esta semana se completó la fase de capacitación del Laboratorio de Empresas Creativas. Esta iniciativa del Departamento de Arte, Cultura e Innovación del Municipio de San Juan permitió la capacitación empresarial de un grupo de 20 participantes interesados en desarrollar microempresas en el sector cultural y creativo. Los participantes recibieron 40 horas de capacitación en temas como modelos de negocio, mercadeo, finanzas, aspectos legales y análisis del mercado, entre otros. Laboratorio de Empresas Creativas

Foto por Noemí Segarra

Durante el mes de mayo se realizó una convocatoria para personas desempleadas donde se recibieron sobre 150 propuestas. Luego del proceso de selección, los 20 participantes residentes de San Juan comenzaron a elaborar sus propuestas de negocio, analizar su viabilidad y a adquirir conocimientos y herramientas en materia de emprendimiento. El diseño y ofrecimiento de la capacitación estuvo a cargo del Prof. Javier Hernández, fundador el proyecto Inversión Cultural. “Es la primera vez que se ofrece un proyecto de capacitación en emprendimiento cultural en Puerto Rico. La cultura es de naturaleza emprendedora, pero necesitamos herramientas para apoyarlos en el proceso.”, comentó Hernández quien es profesor de mercadeo en la Universidad del Sagrado Corazón.

Los participantes desarrollan emprendimientos creativos en sectores como el cine, artes plásticas, uso de espacios públicos, danza, teatro, diseño gráfico e industrial, gastronomía, turismo cultural y espacios culturales alternativos. Los emprendedores continuarán en una etapa de seguimiento y esperan desarrollar alianzas para materializar sus ideas de negocio. Como parte de la capacitación participaron recursos como la Lic. Viviana Mejías (aspectos legales), las emprendedores culturales Naíma Rodríguez (Teatro Breve) y Jessabet Vivas (Cambio en Clave) y la firma de diseño y redes sociales Guillermo Domínguez, Inc..

“Es necesario fortalecer un ecosistema cultural y creativo en Puerto Rico. Para ello, necesitamos aportación del gobierno, empresa privada, academia y el propio sector creativo. Este proyecto va encaminado a fortalecer el rol de los emprendedores creativos en ese ecosistema.”, afirmó Hernández quien espera que en los próximos meses escuchemos de estas microempresas creativas.

Aquellos interesados en apoyar estas iniciativas y conocer sobre futuros proyectos puedes escribir a empresarismocreativo@gmail.com.

Lab Empresas Creativas - Viviana Mejías

Lab. Empresas Creativas

Laboratorio de Empresas Creativas

Laboratorio de Empresas Creativas

Convocatoria: Laboratorio de Empresas Creativas

Convocatoria

Laboratorio de Empresas Creativas

Apoyo a la gestión cultural en San Juan

Puerto Rico necesita una cultura emprendedora. La cultura interviene en todos los componentes del bienestar y tiene un potencial real de contribuir a un desarrollo económico sostenible. En Puerto Rico existe una gran producción artística y cultural que requiere herramientas empresariales para maximizar su impacto en los mercados locales e internacionales. Todos los proyectos, independientemente de su tamaño y enfoque contribuyen a la economía cultural y creativa. Esta convocatoria está orientada a fortalecer ese ecosistema

1.     Objetivo

El objetivo principal del Laboratorio de Empresas Creativas es proveer capacitación  y apoyo a personas interesadas en desarrollar microempresas culturales en el Municipio de San Juan

2.     Inscripción en el proyecto

Para participar en el programa, los interesados deben cumplir con los siguientes requisitos.

  • Ser residente del Municipio de San Juan
  • Estar desempleado o haber sido desplazado recientemente
  • Tener interés e intención en crear un microempresa cultural
  • Compromiso de cumplir con el programa completo de capacitación de 40 horas.
  • Cumplir con todas las tareas del desarrollo del proyecto empresarial.
  • Estar entre los primeros 20 participantes

3.    Tipo de proyectos

Los proyectos elegibles para ser desarrollados durante el Laboratorio de Empresas Creativas incluyen áreas como las artes visuales, música, teatro, cine, diseño, videojuegos, literatura, medios, animación, proyectos de turismo cultural, espacios culturales, gastronomía cultural y cualquier otro negocio vinculado a la actividad artística y cultural.

4.     Beneficios

  • Capacitación – Los participantes recibirán un componente de capacitación de un total de 40 horas en desarrollo empresarial. Este componente se ofrecerá en el municipio de San Juan durante los días 16 al 20 de junio y durante las primeras tres semanas de julio.
  • Mentoría – Los participantes tendrán acceso a horas de mentoría que les permitirá completar su propuesta de negocio.
  • Financiamiento – Los proyectos finales podrán ser elegibles para financiamiento luego de la evaluación de un jurado y a través de varios programas existentes.

 5.     Fechas

La convocatoria para proyectos cierra el 31 de mayo de 2013. Interesados deben enviar nombre completo, dirección residencial, teléfono y correo electrónico. A través de la información provista se le contactará para la pre-cualificación.

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Apostar a la cultura

Columna publicada en El Nuevo Día el 4 de abril de 2014 Por: Javier J. Hernández Acosta

Tengo la sensación de que estamos jugando las últimas fichas. Y para seguir con el dominó (y lo cultural), me parece uno de esos juegos donde queremos guardar el doble seis, aun cuando todos sabemos como eso termina. El país apostó a todo en la economía. Apostó a lo que teníamos y no supimos manejar y a lo que nunca debió. Nos fuimos con las corrientes internacionales y con las recomendaciones de cada consultor. Y justo antes de que se tranque el juego se abrió una puerta para apostar a la cultura.

La actividad cultural, guiada por las artes y todos los medios y soportes a través de los cuales se manifiesta, son el único elemento real de diferenciación. En fin, es la única estrategia capaz de atender de manera transversal la estructura económica. Lo hace a través del turismo, lo hace a través de la internacionalización que garantiza la inversión extranjera y lo hace a través del bienestar social que es la única finalidad del desarrollo.

Sin embargo, le tenemos un miedo incomprensible a intentarlo dentro y fuera del sector cultural. Inclusive, tratamos de distanciarlo hasta del propio discurso de economía creativa, pretendiendo que son dos cosas distintas. La creatividad no es otra cosa que la imaginación con contexto, y ese contexto es la cultura. De igual forma, la tecnología no es otra cosa que uno de los soportes principales para desarrollarla. La ciencia, hoteles, tecnología, procesos y bienes, se copian fácilmente (con o sin patente), la cultura no. Y es precisamente lo que el mundo anda buscando.

No todos vamos a vivir de las industrias creativas, pero podemos crear una plataforma para que el país se construya sobre ello. Si esa base parte de la equidad, inclusión, diversidad y justicia social, y lo hace desde la creatividad, habrá terreno fértil. Lo otro sería quedarnos con el doble seis. Esa es la última y única apuesta con posibilidades.

Columna El Nuevo Día - Apostar a la cultura

 

 

Manifiesto de Emprendimiento Creativo

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Descarga el Manifiesto de Emprendimiento Creativo en PDF. 

La organización Inversión Cultural está lanzando su Proyecto de Emprendimiento Creativo. Este esfuerzo tiene el objetivo de fortalecer el ecosistema de producción cultural y creativa a través de apoyo empresarial, formación y seguimiento a empresas culturales y creativas.

La primera etapa consiste en la difusión del Manifiesto de Emprendimiento Creativo como documento de discusión que resume la visión de Inversión Cultural entorno a la economía cultural y creativa en Puerto Rico. El Manifiesto es una hoja de ruta para el desarrollo de una cultura emprendedora a nivel nacional. De igual forma, propone el Modelo de Emprendimiento Creativo que guiará nuestra formación y seguimiento a empresas creativas nuevas y en crecimiento.

Te invitamos a descargar el Manifiesto, compartirlo y comentarlo. Proximamente lanzaremos nuestras primeras convocatorias de proyectos.

 

Manifiesto de Emprendimiento Creativo - Hacia una cultura emprendedora en Puerto Rico by Javier J. Hernández Acosta

Emprendimiento cultural: La experiencia de Colombia

Emprendimiento cultural: La experiencia de Colombia

Puerto Rico tiene una gran necesidad de insertarse en los procesos de crecimiento y desarrollo desde una óptica muy distinta al panorama actual. Para ello, es necesario analizar otras experiencias que nos obligan a mirar al sur. En momentos en que nos planteamos discutir el tema de la cultura con la importancia y profundidad que requiere, es preciso nutrirnos de las experiencias y procesos en otros países, preferiblemente de nuestro entorno cultural inmediato: Latinoamérica.

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Podcast: La economía creativa (Radio Universidad)

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La economía creativa by Radio Universidad-Puerto Rico on Mixcloud

La discusión en esta edición de Hilando Fino se enfoca en el tema de la economía creativa. Esta aborda los sectores de la industria que se basan en la creatividad. Entre ellos, además de las industrias culturales, se incluyen los medios de comunicación masivos, los distintos tipos de ejecución de diseño como el diseño gráfico, el diseño industrial, la moda y la publicidad, más algunos tipos de programación como lo son los video juegos.

Este tema es pertinente a los esfuerzos que han de realizarse para reiventar la economía e impulsar nuevas iniciativas a los problemas de crisis económica. Para conversar sobre esta temática, nos acompañan los economistas la Dra. Indira Luciano Montalvo, directora el programa Graduado del Departamento de Economía del Recinto de Río Piedras, y el Prof. Javier Hernández Acosta, candidato a un grado doctoral en Desarrollo Empresarial de la Universidad Interamericana, conferenciante en Mercadeo en la Universidad del Sagrado Corazón y catedrático en Maestría de Gestión y Administración Cultural de la Universidad de Puerto Rico.

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Un análisis de temas de sociales, culturales y políticos.  Hilando Fino, todos los martes a las 4:00 pm por el 89.7fm San Juan, 88.3fm Mayagüez y por radiouniversidad.pr.

A propósito de "Creativos con empresas"

 

 

 

 

Por: Javier J. Hernández Acosta

javihernandez@yahoo.com

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La semana próxima el Departamento de Administración de Empresas de la Universidad del Sagrado Corazón le va a dedicar la Semana Mundial del Empresarismo a la economía creativa. Se trata de una jornada de tres días (12,13 y 14 de noviembre) donde se discutirán distintas perspectivas de la gestión cultural y creativa en Puerto Rico. Llevamos algún tiempo discutiendo estos temas desde el punto de vista de la importancia de una política pública adecuada para su fortalecimiento. Sin embargo, también es necesario darle un giro a esa discusión y enfocarla a los profesionales del sector y a quienes aun no conocen su potencial. Entonces, la gran novedad de este esfuerzo es que va dirigido a los emprendedores. Y más allá de lo que discutiremos durante esos tres días, vale la pena adelantar un reflexión sobre las motivaciones, retos y oportunidades.

Sabemos que de entrada el concepto de economía creativa levanta conflictos. ¿Por qué cambiarle el nombre a algo que siempre ha existido? ¿Cómo tirar la raya entre creativo y no creativo? ¿Cuál es la diferencia entre industrias culturales y creativas? Hay que empezar por aceptar que en su origen se trata de un juego de palabras para ser “creativo” con las estadísticas, justificar recursos del gobierno y fomentar la innovación. Sin embargo, no está nada mal apropiarse del concepto en función de lo que realmente nos interesa: reinventar la rueda, romper los viejos esquemas de una economía desgastada y poner en el centro de la atención lo que todavía nos cuesta reconocer como el eje del desarrollo: la cultura. Después de todo, más allá de las definiciones técnicas, lo que nos permite ser realmente innovadores es partir de los modos de vida y de nuestra forma de “hacer las cosas”. Y esto es así en la tecnología, en el diseño, en el turismo, en el cine y los medios, en la música y el resto de las artes. Por eso mucho países han asumido la fórmula del i+I+D+C (innovación + investigación y desarrollo + cultura).

Hablar de economía creativa trasciende un conjunto de actividades donde “el insumo principal es la creatividad y el producto final tiene alguna forma de propiedad intelectual”. También supone que las industrias creativas, más allá de su producto final, sean creativas en su forma y prácticas de gestión. Industrias como la música, el cine y las artes plásticas, entre otras, han reproducido por décadas (y hasta siglos) las malas prácticas que es necesario reinventar. Pero además de preocuparnos por el desarrollo de las industrias creativas, tenemos que poner en perspectiva cuál es su rol dentro de la economía. Las industrias culturales y creativas no son un sector industrial como cualquier otro que simplemente podemos agrupar y medir, se trata de un motor o catalizador de la economía y la sociedad en general. Por esta razón, algunos economistas la ubican como un elemento clave en los sistemas de innovación de un país. Esto hace mucha lógica cuando se sigue el rastro de la actividad cultural y creativa y se analiza dónde se genera el impacto final.

Por otro lado, es necesario empezar a analizar muchas de las prácticas de los empresarios creativos. Ya no para apoyarlos, sino para aprender y reproducirlas en otros sectores. Estamos hablando de recursos con una gran capacidad de improvisación, tolerancia al riesgo, alto compromiso social y sentido de cooperación, que utilizan el trueque para financiar sus proyectos y que no paran de emprender independientemente de las condiciones externas. ¿Acaso no son estas las cualidades idóneas para la clase empresarial que queremos?

Regresando al evento, me interesa hacer unos comentarios sobre cada uno de los días. La primera charla tendrá la oportunidad de poner en contexto este discurso de la economía creativa. ¿Qué es, quiénes son, por qué es importante? Sobre todo, resulta interesante hacerlo en el contexto del lanzamiento de un importante informe del BID sobre lo que han llamado “La Economía Naranja”[1], un intento muy creativo de plantear el asunto y proponer un punto medio en la gama de definiciones del sector. El informe utiliza una gran cantidad de datos económicos para hacer comparaciones interesantes, como plantear que la Economía Naranja equivale a la cuarta economía más grande del mundo (después de Estados Unidos, China y Japón), que equivale al noveno mayor exportador de bienes y servicios y que sería la cuarta fuerza laboral más grande del mundo.

Además de hablar del contexto macro de la economía creativa, es necesario hacer causa común con los distintos componentes del ecosistema creativo. Es absurdo que a estas alturas todavía los estudiantes de las distintas facultades no se comuniquen, ni para emprender, ni para criticarse. Existe un gran abismo entre las profesiones y campos que es necesario romper, porque precisamente es lo que necesita la economía. No solo tenemos que darle herramientas empresariales a los creativos y artistas, sino que también debemos acercar a los profesionales del campo empresarial a la cultura y la gestión creativa. Es necesario que empiecen a entender las dinámicas del valor cultural, de lo no-cuantificable y de la improvisación. Más allá del “do it yourself”, también es importante ser responsables y delegar estratégicamente aquellas áreas en las cuales no generamos valor o que reducen nuestra capacidad para atender aquellas áreas donde sí lo generamos. Definitivamente, necesitamos más espacios de conexión interdisciplinarias en función del propio desarrollo económico.

Pero también es necesario mirar a los emprendedores culturales y creativos de carne y hueso. Después de todo, se trata de gente común y corriente que gestiona un proyecto detrás del otro. Ejemplos como Naíma Rodríguez de Teatro Breve, Sonia Fritz, directora de cine, Guifre Tort de Antrocket y representantes del Circo Nacional. En el caso de Puerto Rico, podríamos hacer una larga lista de ejemplos en campos como la música, el teatro, el cine, literatura, diseño y tecnología, entre otros. Es necesario comenzar a compartir esas experiencias para recoger “buenas prácticas”, pero también establecer los principales retos y oportunidades de su gestión.

Por último, es importante hacer un diagnóstico de los recursos de apoyo a esta gestión empresarial creativa. El hecho de que no existe una entidad pública especializada no significa que no existan. De igual forma, no todas las iniciativas de apoyo vienen desde el gobierno. Proyectos como la Incubadora Creativa de Mayagüez son un ejemplo de esto. Por supuesto, es importante sentarnos a coordinar esfuerzos para que no se dupliquen y sean más eficientes. Iniciativas de Fomento Industrias, el Instituto de Cultura Puertorriqueña, la Corporación de Cine, el Departamento del Trabajo y el Banco de Desarrollo Económico, deben asegurarse de que sus recursos responden a las características del sector y que entre todos cubren la extensa gama de actividades creativas que son indispensables para fortalecer el ecosistema de producción creativa.

Cada vez nos vamos adentrando más en el tema de la economía creativa con el enfoque. Nos toca profundizar sobre el análisis para tomar las acciones correctas. Reconociendo que en Puerto Rico existe un gran producción cultural y creativa y que existen experiencias exitosas y recursos de apoyo, es más un trabajo de coordinación y comunicación que cualquier otra cosa.

* La actividad será los días 12, 13, 14 de noviembre a las 5:30pm en el Anfiteatro BN 321.

 


[1] Buitrago, F. (2013). La Economía Naranja. Disponible en: http://idbdocs.iadb.org/wsdocs/getdocument.aspx?docnum=38143978

Celebran evento "Creativos con Empresas: Diálogos sobre economía creativa"

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Presentan evento Creativos con Empresas: Diálogos sobre economía creativa

Durante los días 12, 13 y 14 de noviembre, el Departamento de Administración de Empresas de la Universidad del Sagrado Corazón le dedicará la semana mundial del empresarismo a la economía creativa. Durante tres días se presentarán conferencias sobre el tema con especialistas, empresarios creativos y representantes de agencias y proyectos de apoyo. La actividad será en el anfiteatro Barat Norte 321 de la Universidad del Sagrado Corazón. Todas las actividades comenzarán a las 5:30pm.

El martes 12 de noviembre, el fundador de Inversión Cultural, Javier Hernández, dictará una conferencia orientada a las oportunidades de emprender en la economía creativa. Hernández presentó en junio pasado el “Perfil de la economía creativa en Puerto Rico”, primer informe que recoge el impacto económico del sector cultural y creativo. “Más allá de atender el tema desde su impacto económico y de política pública, tenemos que empezar a hablarle a los jóvenes y a los empresarios creativos. Ellos son quienes tienen el potencial de transformar la economía del país.”, comentó Hernández, quien también ofrece cursos de mercadeo en la Universidad del Sagrado Corazón. Ese primer día también participará Juan Guillermo Herrans, miembro de la Comisión para el Desarrollo Cultural de Puerto Rico.

El segundo día, empresarios creativos de diversos sectores presentarán sus experiencias profesionales, mientras que el jueves será dedicado a los recursos de apoyo de entidades públicas y privadas. “Es importante que los jóvenes universitarios sepan que existen muchas oportunidades de emprender en la economía creativa y que existen experiencias y recursos para hacerlo.”, finalizó Javier Hernández, quien aplaudió la iniciativa del Departamento de Empresas reconociendo la importancia de que la academia se vincule a estos procesos.

La participación de Inversión Cultural es parte de una serie de eventos con los que colaborará en los próximos meses y que responde a la creación del Centro de Economía Creativa, una iniciativa dirigida a fortalecer el emprendimiento cultural y creativo en Puerto Rico. Para mayor información sobre el evento pueden acceder a www.inversioncultural.com, a través del 787-396-9118 o a través de twitter: @inversioncultur.

Creativos con empresas

 

Comunicado de prensa - Creativos con empresas.docx by Javier J. Hernández Acosta

La Fábrica de la Música: 7 al 10 de noviembre en Mayagüez

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"La Fábrica de la Música": UN Convention Puerto Rico

Puerto Rico será sede de "La Fábrica de la Música" en el Palacio de Recreación y Deportes de Mayagüez del 7 al 10 de noviembre gracias a la Incubadora Creativa entidad anfitriona de este evento y al Gobierno Municipal que se une como co-anfitrión.

"La Fábrica de la Música" es un novedoso experimento creativo originado en Reino Unido por la organización sin fines de lucro UN Convention que tiene como meta grabar, producir y lanzar un disco en 72 horas. Durante este experimento de manos a la obra, los participantes podrán explo-rar de cerca los procesos creativos involucrados en la grabación, producción, diseño y lanzamien-to de un disco.

Se grabarán en vivo varias  bandas independientes previamente seleccionadas por un panel de expertos, un colectivo de diseñadores gráficos emergentes trabajarán el diseño de la carátula del disco mientras se celebran Paneles de discusión de temas sobre la interrelación de la industria de la música y las demás industrias creativas en Puerto Rico. Además habrá presentaciones de arte sonoro coordinadas por el Grupo Giratorio y el Museo de Arte Contemporáneo de Puerto Rico, pasarela de diseñadores de moda emergentes coordinada por West Fashion Week y todas las noches presentaciones de bandas independientes de diversos géneros en vivo. Al cierre del evento el disco será lanzado en forma digital y física.

"La Fábrica de la Música" es un evento gratuito dirigido a músicos, compositores, ingenieros           de sonido, promotores, productores, académicos, diseñadores gráficos, fotógrafos, cineastas, diseñadores, artistas, emprendedores creativo, estudiantes, aficionados y seguidores de la escena de la música independiente de Puerto Rico. Para asistir sólo se requiere registrarse gratuitamente a través de Evenbrite previo al evento.

Este evento es una guía interactiva de la industria musical actual y las demás industrias creativas relacionadas. Su objetivo es contribuir a la sustentabilidad de la industria de la música indepen-diente local. Participarán diversos expertos de la industria de la música nacionales e internacio-nales de Reino Unido, Brasil, Colombia y de Estados Unidos.

"La Fábrica de la Música" UN Convention Puerto Rico es un espacio de ideas y creatividad que promueve el valor cultural y económico de la industria de la música y su relación con las demás industrias creativas en busca de destacar y poner en valor a dicho sector. Puerto Rico necesita levantarse a un buen ritmo y "La Fábrica de la Música" marca otro ritmo para el desarrollo económico del país

UN Convention fue fundado por la británica Ruth Daniel, quien vendrá a Puerto Rico para el evento,  como una organización sin fines de lucro en 2008 con el propósito de dar impulso a la industria de la música independiente y crear una red de apoyo global.  El impacto internacional de UN Convention sigue creciendo a nivel global habiéndose llevado a cabo ya en varios continentes.

Se han realizado eventos de UN Convention en Reino Unido,  Mumbai en la India; Groningen en los Países Bajos; en Medellín, Colombia; Buenos Aires,Argentina; Caracas, Venezuela y Brisbane, Australia, al igual que otras ciudades de Alemania, Brasil, México, Estados Unidos, España, Islandia y Rusia entre otros países.

 

Para mayor información acceda a su portal oficial www.unconventionpr.com  y a través  de las redes sociales facebook.com/unconventionpr y en twitter.com/FabricaPR.

Ponencia - Ley de industrias creativas (Puerto Rico)

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Ley de industrias creativas - Javier Hernández (Inversión Cultural) by Javier J. Hernández Acosta

 

 

Proyecto del Senado 655

Ley para fomentar las industrias creativas de Puerto Rico

Ponencia presentada por Javier J. Hernández[i],

director de Inversión Cultural[ii] ante la

Comisión de Gobierno, Eficiencia Gubernamental e Innovación Económica del Senado de Puerto Rico.

24 de septiembre de 2013, Teatro Ambassador

 

Ministers will generally accept proposals which contain the words simple, quick, popular and cheap. Ministers will generally throw out proposals which contain the words complicated, lenghthy, expensive, and controversial. Above all, if you wish to describe a proposal in a way that guarantees that a Minister will reject it, describe it as courageous.

(Sir Humphrey Appleby, citado en Throsby, 2012)[iii]

 

Saludos a todos. Agradecemos la oportunidad de invitarnos a deponer y participar de este importante proceso. De igual forma, agradezco a los autores del proyecto la oportunidad de comentar sobre el borrador inicial del proyecto, lo que demuestra un nivel de apertura y consulta muy necesario en el proceso legislativo. A partir de la radicación de la medida, hemos realizado un ejercicio de investigación y análisis crítico con el fin de hacer una aportación valiosa a este proceso. Debo comenzar señalando que esta ponencia representa una posición personal y la del proyecto Inversión Cultural.

Cuando hablo en carácter personal, me refiero a mi rol como músico, profesor en las áreas de mercadeo a nivel sub-graduado en la Universidad del Sagrado Corazón y en el área de gestión cultural en la Maestría de Gestión y Administración Cultural en la UPR. Además, mi experiencia con el proyecto de Inversión Cultural ha sido asesorar proyectos culturales y creativos en áreas diversas que incluyen el trabajo comunitario, las artes escénicas, servicios creativos a empresas, publicidad, gastronomía, música y cine, muchos de los sectores que componen las industrias creativas. De igual forma, enmarco mi opinión en carácter de investigador, habiendo realizado estudios empíricos en áreas como el cine, la música, el empresarismo cultural, la política pública para industrias culturales y más recientemente, con la publicación del “Perfil de la economía creativa en Puerto Rico”, informe que recoge el impacto económico y dinámicas sectoriales de estas industrias.

Hablar de una política pública para las industrias creativas es un tema que provoca conflictos en términos conceptuales y operacionales. Por un lado está el reconocimiento de la importancia de estos sectores y la oportunidad de que el gobierno asuma su rol en su desarrollo. Por otro lado, está la falta de información y los errores históricos de dejarnos llevar por corrientes sin tomar en consideración la información empírica. Después de todo, tenemos a nuestro alcance malas experiencias de procesos similares. Ahí están la CORCO como monumento a la mala planificación e improvisación, el edificio de Biotecnología, el Puerto de la Américas, las múltiples campañas fallidas de marca país y el eterno abrazo a un modelo de industrialización que colapso hace muchos años y todavía sigue siendo el fantasma detrás de muchas de las acciones gubernamentales en materia económica. De igual forma, ya tenemos experiencias fallidas e incompletas en torno a la relación economía y cultura, como lo es el caso del Programa de Desarrollo Artesanal, el Concilio de Diseño, el programa de Arte Público y la Corporación de Cine, caso que utilizaremos de ejemplo más adelante en el contexto del limitado campo de acción de Fomento Industrial. Por lo tanto, es necesario que nuestros esfuerzos estén fundamentados en información real y no en las noticias y reportes de gobierno que inundan el internet. Después de todo, ningún Ministro de Cultura o Economía va a hablar mal de su gestión en torno a las industrias culturales y creativas.

 

Trasfondo

            Debemos recordar que el concepto de industrias creativas surge como un asunto político, aunque siempre con la buena intención de establecer la importancia de las artes y movilizar mayores recursos para su desarrollo. Primero Australia trajo a la discusión la importancia de incluir los medios como parte de las industrias culturales. Lo hizo el Primer Ministro Paul Keating a través del reporte “Creative Nation” en 1994. Más tarde, en medio de una “crisis existencial” del Reino Unido, el Primer Ministro Tony Blair y el Partido Laborista se aferra al discurso de la creatividad y la innovación como ancla para restablecer una competitividad que había perdido en la región. Uno de sus principales esfuerzos fue crear el concepto de “industrias creativas”, una junte de sectores diversos que van desde las artes y el cine hasta la publicidad y la tecnología. En palabras de Gaëtan Tremblay, se trata de un maridaje perfecto donde la tecnología adquirió el prestigio de las artes y las artes el valor añadido de la tecnología[iv].

La movida del Reino Unido trajo una avalancha de informes, estudios, mapeos, conferencias y políticas públicas alrededor del mundo, incluyendo organismos internacionales como el BID, la UNCTAD y la UNESCO. A esto siguieron discursos y fórmulas de éxito como las propuestas de Richard Florida sobre las ciudades creativas, planteando que atraer talento, tecnología y tolerancia eran suficientes para fomentar el desarrollo económico a nivel local. Los países comenzaron a copiar las “fórmulas de éxito” y destinaron recursos a la creación de “task forces”, concilios, agencias, incubadoras, aceleradoras, programas académicos y otros recursos que no tenían ante la promesa de “las industrias creativas como alternativa de desarrollo”. El resultado, por supuesto, no fue el esperado. Ni siquiera en el caso del Reino Unido, más allá de saber realmente cuánto aporta al PIB y al empleo, se puede determinar a ciencia cierta qué efecto han tenido las políticas públicas. Los países copiaron las definiciones, las políticas, pero también los resultados.

Por ejemplo, mirando la corriente de las “ciudades creativas”, nos topamos con un Florida que había demostrado que existía una relación entre la clase creativa y el desarrollo económico, pero nunca demostró la relación de causa y efecto. ¿Los creativos se mueven a lugares donde hay desarrollo económico, o el desarrollo económico persigue a las “clases creativas”? Un problema de endogeneidad imposible de resolver. El resultado, una avalancha de estudios empíricos cuestionando sus planteamientos y demostrando los efectos nefastos del desplazamiento y la desigualdad. Después de todo, hay que destacar que su “clase creativa” incluye a los abogados, contadores, vendedores, gerentes, legisladores y maestros, entre otros, prácticamente todas las profesiones con un grado universitario, algo que confunde y dificulta el análisis. También es sabido que el sector creativo ha tenido un crecimiento sostenido a nivel mundial por encima del resto de la economía, pero también es importante reconocer que ese crecimiento se debe en gran medida al sector de tecnología. De igual forma, cuando se habla del comercio internacional, gran parte del crecimiento se debe a China, y cuando se hace el ajuste, las tasas no son nada excepcionales. En el contexto Latinoamericano, muchos países terminaron redefiniendo el concepto cuando se dieron cuenta que el desarrollo no venía por osmosis, y empezaron a reenfocar en aquellas áreas donde realmente tenían grandes insumos. Cambiaron la tecnología por los festivales, añadieron la gastronomía y potenciaron el turismo cultural.

Ahora, estas malas experiencias no significan que no hagamos nada, pero requiere entender experiencias dentro y fuera de la isla para no caer en la paradoja de la legislación de incentivos: terminar peor que cuando no estaba legislado. Para esto, podemos ver las experiencias locales de legislación sobre la colegiación de actores, de promotores, la ley de la música autóctona y la ley 108 para descuentos a los espectáculos, entre otros. En todos esos casos, a pesar de la buena intención, la legislación empeoró la condición de los sectores que intentaba potenciar. Por esta razón, es importante discutir algunos puntos en el proyecto de Ley que alertan sobre una tendencia similar.

 

Análisis del proyecto de Ley

El problema conceptual

Dado que el tema surge y se desarrolla en el contexto de la administración pública, no ha sido posible un consenso sobre la definición de industrias creativas. Sabemos que el DCMS (Departamento de Cultura, Medios y Deportes) del Reino Unido lo ha definido como “aquellas que están basadas en la creatividad, talento y habilidades individuales. Tienen el potencial para la creación de riqueza y empleo a través del desarrollo de la propiedad intelectual”, aunque actualmente se está revisando para eliminar la condición de la propiedad intelectual. Lo cierto es que esa definición, por su amplitud, no ayuda mucho.

La creatividad no es un concepto fácil de segmentar y adjudicar,  puesto que prácticamente cualquier trabajo o industria puede tener un elemento creativo. Sin embargo, existe un consenso en ciertos sectores que componen las industrias creativas. Por ejemplo, la mejor forma de verlo son los círculos concéntricos, donde las artes aparecen como el núcleo de la economía creativa. Alrededor de este círculo aparece otro que incluye a las industrias culturales (cine, medios, discos, editoriales, etc.). Un tercer círculo serían las llamadas industrias creativas, incluyendo sectores como el diseño, la arquitectura, aplicaciones digitales, etc.

El problema radica en que obviamente las industrias creativas, por naturaleza, incluyen al arte y las culturales. De hecho, cuando las Naciones Unidas utilizan su definición, están incluyendo al Patrimonio, las Artes, los Medios y la Creaciones Funcionales. Sin embargo, en otros contextos, cuando se habla de industrias creativas se habla solamente de los sectores incluidos en ese círculo exterior, entiéndase todo el contenido digital, aplicaciones, diseño, arquitectura, etc. Por supuesto, es importante señalar, que en los países donde se habla de esta definición, se hace porque ya existe un política pública para las artes y las industrias culturales. Por lo tanto, el ejercicio consiste en expandir esa política a otros sectores. Ese no es el caso de Puerto Rico, donde al día de hoy no existe una política de industrias culturales.

Por esta razón, un proyecto como éste inmediatamente trae confusión porque no se tiene claro lo que busca. Debo decir, que ninguna definición de industrias creativas incluye en su totalidad al sector de programación de computadoras y áreas relacionadas, por lo que hay que ser cuidadosos para no apropiarse de un concepto que no les corresponde. Si el proyecto pretende crear una política pública para las industrias creativas en su concepción más amplia, debe incluir el componente de patrimonio, después de todo, el turismo cultural es probablemente el sector de mayor oportunidad dentro de la realidad puertorriqueña. Sea como sea, el carácter particular de las industrias creativas sigue siendo su capacidad de transmitir contenidos simbólicos; es esto lo que diferencia a la arquitectura de la construcción y a los medios digitales de la industria de tecnología. No es aceptable, y además resulta contradictorio, que el proyecto de ley descarte algunos sectores sin haber determinado su potencial económico. Definir de antemano los sectores de manera tan específica, termina debilitando la justificación de un Concilio.

De igual forma, se debería redefinir la composición del Concilio para incluir representación de la institucionalidad pública cultural del país, quienes están encargados en fomentar la creación cultural. Por ejemplo, no tiene sentido un silla para el Fideicomiso de Ciencia y Tecnología si no hay una silla para el ICP. Este tema lo elaboraremos más adelante pero es un principio básico: para fomentar su crecimiento, primero es necesario fomentar su existencia, y ese trabajo le corresponde al componente cultural público. Finalmente, es necesario fijar un término para las operaciones del Concilio, ya que se no se justifica una estructura paralela una vez se delimite su campo de acción y los responsables de su implementación.

En el caso de Puerto Rico, donde nunca se ha legislado ni para las industrias del arte, culturales o creativas, es necesario una política amplia para todos los sectores y no segmentarla con enfoques específicos, esto es un trabajo necesario en la etapa de implementación, por lo cual es necesario la representación de todos los sectores. El proyecto no puede estar sesgado ni para las artes ni para la tecnología, puesto que sería una apuesta donde aumentan las probabilidades de perder. El secreto está en reconocer los eslabonamientos productivos entre todos los sectores, fortalecerlos con políticas e incentivos no tradicionales con el fin de desarrollar industria en el sentido real de la palabra. A partir de ahí, se podrá potenciar su capacidad de generar riqueza y empleo. Con esto quiero decir, que no es suficiente incentivar empresas, sino incentivar ecosistemas de producción creativa, este es el rol principal de este proyecto de ley. Por lo tanto, no existe precedente para las acciones que hay que tomar. Reconociendo la necesidad de estas dinámicas, la creación de una División de Industrias Creativas bajo Fomento Industrial es contradictoria y peligrosa para los mismos objetivos del proyecto de Ley.

Definiciones

El proyecto específica 16 sectores dentro de su definición de industrias creativas. Estos sectores se agrupan en cuatro categorías que incluyen Artes (música, artes visuales, escénicas y publicaciones), Diseño (gráfico, industrial, moda, interiores), Medios (desarrollo de aplicaciones, videojuegos, medios en línea, contenido digital y multimedios) y Servicios Creativos (arquitectura, educación creativa y redes sociales). Es importante señalar que los Medios tradicionales como el Cine, Prensa, Radio y Televisión, no están incluidos. Estos sectores son los más intensivos en mano de obra, algo que hay que considerar si uno de los objetivos es la creación de empleos. En el resto de los sectores, se estima que sobre el 80% son empleos por cuenta propia o microempresas[v]. También es importante destacar que el proyecto descarta el patrimonio material e inmaterial y el turismo cultural, probablemente los sectores con mayores posibilidades de impactar en términos de riqueza y empleo.

Causa preocupación que algunos sectores incluyen actividades que no están claramente definidas. A pesar de que eso lo puede definir el Concilio, para propósitos de la composición del Concilio resulta importante clarificarlo. Reconociendo que el sector de medios no está incluido, lo correcto sería agrupar al sector de arquitectura bajo la categoría de Diseño y reducirlo a tres categorías, pasando todos los sectores de Medios a Servicios Creativos. Se recomienda eliminar al sector de redes sociales que después de todo es un servicio de administración en ocasiones muy vinculado a la publicidad, un sector que no está en el espíritu del proyecto. Esto le da mayor claridad al proyecto de ley y mayor balance a la composición del Concilio.

Nuevamente, la ausencia de los medios, cine y publicidad, dificulta hablar de una Ley de Industrias Creativas de manera absoluta (dentro de las dos concepciones explicadas anteriormente). La única manera en que esto sería cierto es que se tratase de un sombrilla de toda la política pública relacionada.

Como detalle adicional, se recomienda cambiar el concepto de grupos creativos por empresas creativas.

Industrias Creativas en Puerto Rico

            El pasado 19 de junio de 2013 publicamos el informe sobre el “Perfil de la economía creativa en Puerto Rico”. Este informe organiza por primera vez los datos de fuentes oficiales en torno al tema de las industrias creativas. Para su análisis, el informe utiliza los modelos de la UNCTAD, Estados Unidos y un análisis de la Clase Creativa según Richard Florida y una variante con ocupaciones más concentradas en el tema creativo. Utilizando los modelos tradicionales, en Puerto Rico las industrias creativas aportan aproximadamente 14,715 empleos, $1.74 billones en volumen de negocios y un total aproximado de 1,889 negocios. La nómina total asciende a $436 millones y el salario promedio es de $26,632. Esto representa un 4.29% de los negocios en Puerto Rico, 2.65% de la nómina total anual, 1.37% del empleo y un 2.67% del PIB para el 2011. Por supuesto, estos datos tienen la limitación del trabajo por cuenta propia y la economía informal. Sin embargo, también hay que reconocer que estos datos aumentarían la cantidad de negocios y empleos, pero su impacto sería mucho menor en el volumen de negocios. De todas formas, es la misma metodología que se utiliza en los estudios nacionales alrededor del mundo.

Sin embargo, estas clasificaciones incluyen varios sectores que no son pertinentes al caso de Puerto Rico y el proyecto de ley. Por esta razón, el informe incluye un análisis de sectores aplicados al contexto puertorriqueño, utilizando tres categorías que incluyen Artes (patrimonio, visuales, musicales, escénicas y editoriales), Medios (cine, televisión, radio, prensa) y Diseño (moda, industrial, gráfico, interiores, arquitectura, digital y aplicaciones). De todas formas, debemos recordar que el sector de medios no está incluido en este proyecto de ley.

De acuerdo a estas categorías, existen 845 negocios, 399 en las artes, 230 en los medios y 216 en el diseño. En total generan aproximadamente 6,974 empleos, 3,738 en los medios, 1,854 en las artes y 1,382 en el diseño. El volumen total es de aproximadamente $1.2 billones, $277 millones en las artes, $667 millones en los medios y $300 millones en el diseño. En los sectores de artes y diseño, el 70% son microempresas que emplean entre 1-4 empleados. Como se mencionó anteriormente, el sector de medios es el mas intensivo en mano de obra, donde sólo un 47% del total son microempresas. Esta información es de suma importancia cuando el objetivo principal es incentivar la creación de riqueza y empleo.

El Concilio

Hemos mencionado que la creación de un Concilio solamente tiene sentido como ejercicio para diseñar y coordinar una política que integre diversos sectores del ente público y privado. Su gestión pierde sentido una vez definida la implementación de esta ley bajo la Administración de Fomento Industrial. El Concilio podría coordinar entre municipios, agencias el gobierno central, el sector financiero, educativo y la comunidad internacional. Su gestión es viable si está separada, pero representada, por las agencias relacionadas. A pesar de estas responsabilidades, el proyecto de ley le adjudica principalmente funciones tácticas de naturaleza operacional. Es importante reenfocar sus funciones al plano estratégico y dejar aquellas funciones al sector privado y a las agencias. De todas formas, la mayoría de las tareas terminarán sub-contratadas en el sector privado. Sin embargo, esas tareas son producto de las necesidades del ecosistema y no por la determinación automática de un Concilio. Por esta razón, se recomienda limitar la existencia del Concilio a un periodo de 2 años. Luego se esto, las tareas deberán ser implementadas por las agencias pertinentes. No existe necesidad de crear una estructura paralela. Podría existir la legítima preocupación de evitar la politización del tema, pero estructurarlo a términos de 5 años tampoco salvaguarda esa preocupación. Con el alto nivel de politización que existe en el país, más estructuras es igual mayor politización. En ese sentido, “la cura resulta más cara que la enfermedad”.

La composición del Concilio se ve afectada por las definiciones. La estructura de las categorías está desbalanceada y provoca un sesgo en la toma de decisiones. Como hemos mencionado, es necesario reducir las categorías a tres: Artes, Diseño y Servicios Creativos. Con dos representantes de cada categoría, el total de miembros del Concilio se reduce a seis, por lo que el total de miembros se reduce a trece. Habría que reconsiderar la inclusión del Director de la Corporación de Cine y añadir a un representante del Instituto de Cultura Puertorriqueña.

La División bajo Fomento Industrial

Ya hemos adelantado que destinar la implementación de esta Ley a Fomento Industrial es un error estratégico que será contraproducente. En el corto plazo, se lograrán los incentivos necesarios para proyectos existentes y en desarrollo, incentivos a los cuales de todas maneras tendrían acceso con programas actuales. Sin embargo, lo que sería el objetivo principal de un política pública para el sector creativo, fortalecer el ecosistema de producción cultural y creativa de manera amplia, no será posible. No existe una experiencia anterior en Fomento de crear y fortalecer un ecosistema industrial sostenible y competitivo. Todos los intentos han sido a través de esfuerzos a corto plazo que se vuelven obsoletos a partir de cualquier cambio mínimo en el panorama internacional. Fomento incentiva empresas, no ecosistemas. Una vez se fortalezca la producción de las empresas culturales y creativas, entonces Fomento podría entrar con incentivos específicos para esa realidad. Para dar un ejemplo, podemos utilizar el caso de la industria de Cine. En Puerto Rico no existe una industria de Cine, existe empresas y proyectos de cine. Por más que hablemos del tema, el rol de la Corporación de Cine se limita a atraer inversión extranjera e incentivar producciones locales sobre una base económica. Sin embargo, incentivar una industria requiere mucho más que eso. Por ejemplo, no hay industria competitiva sin una demanda sofisticada, y eso requiere educación y acceso.  Las industrias creativas no van a tener impacto en el empleo si no impactan toda la cadena productiva. Un ejemplo de esto fue planteado por la joven empresaria Anaís Colón, a su vez estudiante del Seminario de Economía Creativa que ofrezco este semestre. Su interés principal no son recursos financieros para su empresa, sino poder contar con suplidores locales para cada uno de los elementos de su línea de accesorios. Esta es una de las cosas que diferencian a las industrias creativas de las demás, pero eso requiere inclusive incentivar industrias “no creativas” para fortalecer las industrias creativas.

La mejor forma es la integración de legislación, agencias gubernamentales, gremios, sistema educativo, sector laboral y empresa privada. Ciertamente, esto requiere un visión que trascienda la de Fomento Industrial. Definitivamente, Fomento es una pieza clave, pero el proyecto le da un protagonismo que no es cónsona a su experiencias, capacidades y cultura organizacional.

El beneficio contributivo

¿A quién le amarga un dulce? El proyecto de ley contiene una cláusula que ofrece beneficios contributivos sobre la propiedad mueble e inmueble. Nadie se quejaría de tal beneficio, aun cuando no le aplique ni le aplicará en el futuro. La gran mayoría de las empresas creativas funcionan con intangibles, con estructuras organizaciones flexibles y muchas veces a base de proyectos, entre otras características. Nuevamente, establecer esto como una prioridad, demuestra el desconocimiento de estas dinámicas y la preocupación del efecto que esto puede tener en la política pública. Aunque no nos oponemos a esta cláusula, lo mencionamos como un ejemplo de los errores conceptuales que fundamentan el proyecto.

Cartografías y Conferencias

Como hemos mencionado, el proyecto adjudica unas tareas que son de naturaleza táctica. No le corresponde a la legislatura establecer cuándo hacer una conferencia. Eso le corresponde al sector. Se trata de un esfuerzo bien intencionado pero innecesario. Ya existen ejemplos anteriores con la Comisión de Desarrollo Cooperativo que establece una conferencia bienal. Esta encomienda de ley lo que hace es obligar una asignación de fondos muchas veces desligada de las necesidades reales del sector, lo que resulta en un gasto oneroso e ineficiente.

En el caso de la Cartografía, el componente estadístico debe ser una encomienda dirigida por el Instituto de Estadística de Puerto Rico. Se recomienda consultar con el Concilio, pero que el Instituto tenga total independencia. Existen dos razones para esto. Por un lado, el Concilio no puede ser juez y parte, y por otro lado, esa Cartografía debe trascender la definición de esta ley para que sea comparable con otros países. Recordemos que esta ley excluye sectores claves como el cine, televisión, radio, prensa, patrimonio y turismo cultural. El Instituto deberá someter la información pertinente para la operación del Concilio pero no debe limitarse a ello.

Además del Instituto de Estadísticas de Puerto Rico, se recomienda la participación de la Universidad de Puerto Rico como principal de centro de producción de conocimiento. Mas allá del ejercicio estadístico, es necesaria la contextualización, análisis e implicaciones de los datos en una concepción amplia de la economía. Se trata de una oportunidad única de destinar esos recursos a la Universidad y fortalecer su aportación a la gestión pública. La Universidad deberá poner a disposición del análisis los componentes de Economía, Administración de Empresas, Comunicaciones y Gestión Cultural. Esta es una práctica colaborativa muy presente en países como Colombia, El País Vasco y Estados Unidos. De esta forma, se hace un mejor uso de recursos, se garantiza la confiabilidad y rigurosidad metodológica.

 

Recomendación final

            Nuevamente destacamos la importancia de un proyecto de esta naturaleza. Entendemos que esta iniciativa es una oportunidad única para el Gobierno provea la infraestructura para que las empresas culturales y creativas continúen y amplíen su aportación al desarrollo económico, social y cultural del país. Como recomendación final, establecemos que la implementación final del proyecto debe recaer en manos del Instituto de Cultura Puertorriqueña. Existen varias razones para ello. Hemos establecido que ni el ICP ni Fomento Industrial tienen la infraestructura, cultura organizacional y marco estratégico para implementar un proyecto como este. Por lo tanto, en términos de capacidades, ambos están en igualdad de condiciones. Sin embargo, el hecho de que el ICP no tenga a la fecha de hoy una “División de Industrias Creativas” le permite hacerlo desde cero, permitiendo una mejor coordinación con el Concilio para que se de un proceso coherente y conveniente para la economía creativa, algo que no ocurriría en una estructura tan rígida como Fomento Industrial y su sombrilla. Nuevamente, ponemos el caso de la Corporación de Cine y el Programa Artesanal como experiencias donde a pesar de las características de los sectores no se podido implementar programas que trasciendan la mentalidad y cultura organización de Fomento.

Por otro lado, no podemos perder de vista que el Gobernador acaba de nombrar una Comisión para el Desarrollo Cultural cuya encomienda principal es fortalecer las instituciones culturales y sugerir caminos prometedores para el empresarismo y autogestión cultural, enmarcados en una visión renovada de la economía planteada desde la cultura. A esta Comisión ya le fue asignado una tercera parte del presupuesto que plantea este proyecto con el fin de investigar, cartografiar, diseñar y recomendar esos caminos. Esto supone una oportunidad única de coordinar esfuerzos para garantizar su desarrollo. De igual forma, no tendría mucho sentido cancelar esfuerzos cuando ya el Ejecutivo ha expresado la importancia de cultura como motor de desarrollo económico. Como último argumento, utilizamos las tendencias a nivel internacional en la implementación de este tipo de proyectos. Como parte del Seminario Graduado de Economía Creativa de la UPR, hemos comenzado a elaborar un perfil de los distintos países y las instituciones que implementan los programas de economía creativa. Los hallazgos preliminares para 21 países y regiones, se presentan como anejo a esta ponencia. En esta lista se puede identificar que la gran mayoría de los países implementan los programas de industrias creativas bajo los Ministerios de Cultura y Consejos de Arte. En algunos casos, la responsabilidad es conjunta. En el caso de Trinidad y Tobago se trata de una corporación pública y en Holanda e Indonesia interviene el Ministerio de Economía.

Es posible que alguien argumente que la cultura y la creatividad son dos cosas distintas, industrias culturales vs industrias creativas. Como expresamos en un principio. Donde único se ha utilizado esta concepción es en escenarios donde ya las primeras estaban legisladas y se amplio el campo de acción al sector de videojuegos, contenido digital y desarrollo de aplicaciones. A pesar de ser sectores de alto valor añadido, se trata de una actividad relativamente pequeña, atada a las industrias culturales y con poco impacto en el empleo. Por lo tanto, su desarrollo se fortalece cuando todo el ecosistema creativo se fortalece. Sería un error de política pública guiar su implementación únicamente por estos sectores.

Por esta razón, recomendamos su aprobación con las enmiendas propuestas abajo y argumentadas en esta ponencia.

Resumen de enmiendas

  1. Se recomienda enmendar el proyecto para eliminar la creación de la División de Industrias Creativas bajo Fomento Industrial (y el rol de su Director en el Concilio). Se recomienda que la implementación de esta ley pase al Instituto de Cultura Puertorriqueña. El Concilio identificará formas de colaboración y programas específicos que puedan trabajar otras agencias, incluyendo a Fomento Industrial.
  2. La recomendación inicial es que debe ser el Concilio quien defina cuáles sectores deben incluirse. De esta manera, el proyecto tendrá oportunidad de complementar esfuerzos como la Corporación de Cine, Programa Artesanal y turismo cultural, áreas que actualmente no están incluidas, son de gran impacto y requieren acción. Si no procede esta recomendación, entonces se recomienda enmendar las categorías para reducirlas a tres: Artes, Diseño y Servicios Creativos. Para esto habría que cambiar la categoría de Medios por Servicios Creativas, incluir la Arquitectura en Diseño y eliminar Redes Sociales. Esto también supone un cambio en la composición del Concilio, ya que se reducen dos puestos.
  3. Si se determina que el Concilio va a definir los sectores, para propósitos de su composición, se recomienda utilizar las definiciones de Naciones Unidas y nombrar dos representantes por cada sector: Patrimonio, Artes, Medios y Creaciones Funcionales.
  4. Enmendar la composición del Concilio para incluir un representante del Instituto de Cultura Puertorriqueña.
  5. Limitar la existencia del Concilio a un término de 2 años, razonable para diseñar y coordinar la política pública de industrias creativas.

 


[i] Javier J. Hernández Acosta es candidato doctoral en Desarrollo Empresarial de la Universidad Interamericana, recinto Metro. Posee una maestría en Negocios Internacionales de la Universidad de Puerto Rico y un posgrado en Gestión y Políticas Culturales de la Universidad Autónoma Metropolitana de México. Ofrece cursos en el área de mercadeo en la Universidad del Sagrado Corazón. En la Maestría de Gestión y Administración Cultural en la Universidad de Puerto Rico, recinto de Río Piedras, ha ofrecido cursos de gestión musical, administración estratégica y economía creativa. Dirige el proyecto Inversión Cultural que ofrece apoyo empresarial y consultoría a empresas y proyectos culturales y creativos. Durante cuatro años fue administrador de la primera cooperativa en el sector musical, Taller Cé. Ha publicado sobre emprendimiento, industrias culturales y políticas culturales en la Revista Nacional de Administración, el Journal of Arts Management, Law and Society y en el libro sobre empresarismo cultural: Pioneering Minds Worldwide. Como músico ha pertenecido a las agrupaciones de Antonio Cabán Vale “El Topo”, Zoraida Santiago y Kany García, entre otros. Es autor del “Perfil de la economía creativa en Puerto Rico” (http://inversioncultural.com/?page_id=1121).

[ii] Inversión Cultural es una organización cuya misión consiste en ofrecer apoyo y consultoría a empresas culturales y creativas en Puerto Rico. Sus principales áreas son la investigación, el apoyo empresarial y la formación en emprendimiento cultural www.inversioncultural.com.

[iii] Citado originalmente en Jonathan Lynn y Anthony Jay, Yes Minister, 1984. Throsby, D. (2010). The Economics of Cultural Policy. Cambridge Press: United Kingdom.

[iv] Bustamante, E. (Ed). (2011). Industrias Creativas: Amenazas sobre la cultura digital. Editorial Gedisa: Barcelona.

[v] Hernández, J. (2013). Perfil de la economía creativa en Puerto Rico. Inversión Cultural. Disponible en www.inversioncultural.com.

 

Anejo 1

Países e instituciones

  1. Costa Rica – Ministerio de Cultura y Juventud – Proyectos: Centro de Tecnología y Artes Visuales (Animación 3D y mercado audiovisual)
  2. Colombia – Ministerio de Cultura – Programa de Emprendimiento Cultural (incluye sector audiovisual, artes, turismo cultural, gastronomía, juguetes, diseño y tecnología de contenido cultural)
  3. Barbados – Ministerio de Desarrollo Comunitario y Cultura
  4. Santa Lucia – Ministerio de Turismo, Patrimonio e Industrias Creativas
  5. Trinidad y Tobago –Corporación de Industrias Creativas de Trinidad y Tobago – Creada para unir otras corporaciones públicas relacionadas.
  6. Chile – Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (Departamento de Fomento de las Artes e Industrias Creativas)
  7. Singapur – Ministerio de Información y Comunicación
  8. Uruguay – Ministerio de Educación y Cultura (Departamento de Industrias Creativas)
  9. Brasil – Ministerio de Cultura (Secretaría de Economía Creativa)
  10. Ecuador – Ministerio de Cultura y Patrimonio
  11. México – CONACULTA  (Consejo Nacional para las Artes y la Cultura). La Secretaría de Economía tiene un proyecto industrias creativas, principalmente de tecnologías de la información
  12. Cuba – Ministerio de Cultura (industrias culturales)
  13. Indonesia – Ministerio de Turismo y Economía
  14. Buenos Aires – Secretaría de Cultura de Buenos Aires (también envuelve al Ministerio de Desarrollo Económico.
  15. Holanda – Ministerio de Desarrollo Económico (Industrias Creativas), Ministerio de Cultura, Educación y Ciencia (Arte y cultura y medios y audiovisual).
  16. Dinamarca – Ministerio de Cultura y el Ministerio de Comercio e Industria
  17. Irlanda – Consejo de Artes, bajo el Ministerio de Artes, Patrimonio y Gaeltacht
  18. Kenya – Departamento de Deportes, Cultura y Artes. Además de las industrias tradicionales, incluyen Salud y Medicina.
  19. Australia – Consejo de las Artes de Australia
  20. New England (Massachussets, Maine, New Hampshire, Vermont, Rhode Island, Connecticut) – “Creative Economy Initiative”, un proyecto del Consejo de Nueva Inglaterra.
  21. Estados del Sur (Alabama, Louisiana, Mississippi, Florida, Georgia, North Carolina, South Carolina, Kentucky, Tennessee, Missouri) – Comisiones de Arte de cada estado.

 

Comentarios iniciales al primer borrador del proyecto que compartió el Senador Ramón Luis Nieves. En la carta se detallas las preocupaciones con las definiciones, exposición de motivos, composición del Concilio y el rol de Fomento Industrial. Este documento es del 28 de mayo de 2013, antes de la publicación del Perfil de la economía creativa en Puerto Rico.

 

Comentarios Proyecto Industrias Creativas PS 655 (Borrador inicial - Mayo 2013 by Javier J. Hernández Acosta