¿Cómo es la estructura organizacional?
/Hablemos sobre estructura organizacional.
Read MoreHablemos sobre estructura organizacional.
Read MoreEl pasado jueves, 10 de diciembre de 2020, Inversión Cultural inició un programa educativo a través del cual estará apoyando al ecosistema cultural y creativo a desarrollar destrezas que le permitan continuar trabajando en pro del arte y la cultura. El primer taller de esta serie inicial fue Regulación y cumplimiento de las OSFL de Puerto Rico, facilitado por el Contador Público Autorizado (CPA), Joel Rodríguez. Dentro de los temas discutidos por Rodríguez se puede destacar: las responsabilidades patronales, aspectos básicos sobre el IVU, así como los requisitos de radicaciones de informes a las agencias de gobiernos.
Durante este espacio los participantes tuvieron la oportunidad de entender mejor los requerimientos que exigen tanto las agencias gubernamentales como estatales para el funcionamiento de organizaciones y empresas creativas. Además de identificar las áreas a reforzar o mejorar en sus entidades. Los asistentes expresaron preocupaciones y preguntas que les llevaron a obtener información valiosa para el cumplimiento pleno de sus responsabilidades organizacionales y personales. Como parte del taller, se presentaron imágenes y ejemplos de la documentación que es necesaria para el cumplimiento fiscal.
Agradecemos a todos los participantes que se dieron cita a este primer taller y los invitamos a registrarse en los próximos 2 talleres: Hablemos sobre la importancia de la propuesta de valor impartido por Alex Paredes y Enfrentando el trauma financiero para proyectos de arte exitosos por Yara Liceaga.
Estos talleres son parte del programa de servicios gerenciales de Inversión Cultural y es posible gracias a The Andrew Mellon M. Foundation y en colaboración con el Centro de Economía Creativa. Para más información sobre los servicios que ofrecemos desde Inversión Cultural puede escribir a: info@inversioncultural@gmail.com.
PUBLICADO : 24 Mayo (Periódico Metro)
Enlace a original: http://www.metro.pr/entretener/dificil-vivir-del-arte-en-puerto-rico/pGXmex!9higUfC6eXck/
KARIXIA ORTIZ @KARIXIAORTIZ
Para muchos puede ser casi un asunto normal escuchar que el que se dedica al arte “se muere de hambre”. Pero, además, es de conocimiento popular que en Puerto Rico sobra talento.
Entonces, el asunto va mucho más allá y una mirada a la estructura social en relación con el interés por el tema del arte y la cultura se hace cada vez más pertinente.
El economista y gestor cultural Javier Hernández explicó que, en la Isla, al no encargarse de fomentar el interés en el ámbito artístico, las personas no demandarán para consumir arte como quizás pasa en otro lugares.
“En términos económicos, el mercado local es muy pequeño. Las audiencias son bien pequeñas, porque el país es pequeño. Entonces, hay un exceso de oferta, que es bueno, pero hay que estimular esa demanda”, destacó Hernández, quien también es músico.
Además, sobre el hecho de que siempre se mencione que en la Isla hace falta más arte, Hernández explicó que la tendencia a la inestabilidad, tanto en producción como en consumo, se aprecia igual en otras partes del mundo.
“El gran problema es que no hay fuentes de trabajo estables en el arte, y no es porque sea Puerto Rico, sino porque así es la dinámica de trabajo”, destacó el también profesor universitario. Ante esta particularidad de lo inestable, entonces surge la necesidad de diversificarse para poder mantener la actividad artística, porque “antes los artistas eran más reacios a trabajar en lugares fuera del arte, pero ahora no. Ahora hay un interés mayor en voluntariamente moverse a otros sectores, y eso es bueno”, indicó Hernández.
A tono con este análisis, la actriz Anamín Santiago coincidió. “El perfil del artista puertorriqueño es una o un trabajador con formación sólida, que en muchos casos alcanza un grado doctoral, que complementa su labor con varias disciplinas. En ese sentido, resulta un profesional polifacético”. Asimismo, la cantautora Norenid Feliciano se posiciona como un ejemplo de los artistas que necesitan de un trabajo full time para poder mantener su profesión musical. “Para los músicos independientes, vivir completamente de la música es bien complicado” porque, según la artista, hacen falta más espacios para presentar el arte y el público que lo sepa apreciar.
Pero la inventiva, el interés y la pasión por que el gremio artístico de la Isla tenga una salida atractiva y mercadeable buscan otras posibilidades más allá de recurrir al apoyo gubernamental. Un ejemplo de ello es la propuesta de la gestora cultural Ruth Torres, quien propone como opción las cooperativas de arte.
“Frente al capital monopolítico, la opción es el trabajo en grupo y la educación que fomente una nueva forma de vivir”, destacó Torres, quien también es actriz. Torres, en su investigación de las cooperativas artísticas, ha comprobado su funcionalidad y la posibilidad que brindan para vivir del arte porque “es una forma alterna de vivir, porque estamos trabajando de manera distinta. Además, con este modelo, se llega a un acuerdo justo en términos económicos”, aseguró Torres, porque todos cobran lo justo en la medida en que todos aportan al proyecto.
Por otro lado, el ingeniero de grabación de Music Dorks Fabiel Lozada constantemente aprecia cómo los artistas buscan manejarse en círculos correctos, pues ya es imposible “volver a ser solo un aficionado”.
UN EJEMPLO
Realidad actoral
Yo he podido vivir de mi profesión. Pero he tenido que hacer muchas cosas, incluyendo dar clases. Uno tiene que diversificarse. Y yo he sido de las bendecidas y he sido muy afortunada. Pero, en otros países, cuando uno ve que hay teatros en cada esquina, esa no es nuestra realidad.
Nosotros estamos como guerreros dando la batalla, pero no es gracias al apoyo del Gobierno. Nosotros no somos una clase ni favorecida ni protegida. Ahora, cuando hay grandes tragedias, siempre llaman a los actores para que colaboren y siempre estamos ahí. Pero tampoco nosotros tenemos un pueblo culto. ¿Cuándo se ha visto a un gobernante en un teatro? A ellos no les interesa.
Cristina Soler Actriz
SAN JUAN, Puerto Rico; 24 de agosto de 2015: Inversión Cultural acaba de lanzar la segunda edición de su proyecto de apoyo empresarial, El Nido Cultural. Se trata de un proyecto que busca anidar junto a emprendedores proyectos y empresas de envergadura cultural. La primera edición del proyecto se celebró entre los meses de febrero y mayo. Durante estos meses el proyecto logró impactar a emprendedores creativos y culturales en distintos sectores y etapas. Uno de los programas ofrecidos fue la primera edición de la capacitación empresarial Cimientos del Nido. Bajo este programa se capacitó a 20 emprendedores en el análisis de viabilidad y diseño de sus modelos de negocio. Los emprendimientos capacitados abarcaron sectores como el turismo cultural, diseño industrial, diseño de moda, industria de juguetes y artes visuales, entre otros.
Esta semana la organización anuncia el lanzamiento de la segunda edición de Cimientos del Nido. En esta ocasión se seleccionarán 20 nuevas propuestas dirigidas a la creación de empresas creativas y culturales en el país. Durante esta edición los participantes también contarán con especialistas en el campo empresarial, encargados de ofrecer módulos que fortalezcan sus destrezas empresariales. Los módulos que se impartirán incluyen temas como Branding y Auspicio, Mercadeo, Aspectos Gerenciales y Alternativas de Financiamiento. Según el Prof. Javier Hernández Acosta, director ejecutivo de Inversión Cultural, “El Nido Cultural es un espacio para potenciar la viabilidad de empresas creativas en todos los sectores. La capacitación es una herramienta importante para seguir fortaleciendo el ecosistema de emprendimiento creativo y empezar a movernos hacia la internacionalización.” Las 40 horas capacitación se realizarán en las facilidades del Colaboratorio en Santurce, proyecto de Foundation for Puerto Rico. “En Puerto Rico tenemos un sector cultural lleno de texturas importantes que pueden atraer visitantes a Puerto Rico y ofrecerles una experiencia auténtica e inolvidable. La labor que está realizando Inversión cultural es imprescindible para que continuemos desarrollando a nuestros gestores culturales. En la Fundación consideramos el sector cultural es fundamental para que logremos transformar a Puerto Rico en un destino para el mundo” comentó John Borschow, Presidente de la Fundación.
En adición al lanzamiento de la segunda edición de la capacitación empresarial, la organización seleccionó cinco de los proyectos capacitados en la primera edición para una segunda fase de mentoría e implementación. Las empresas seleccionadas operarán en sectores como el turismo cultural, diseño industrial y empresarismo social. Estos emprendedores contarán con una mentoría individualizada de expertos en los temas de emprendimiento y gerencia cultural. Cimientos del Nido es una herramienta útil en la formación de nuevos emprendedores que buscan insertarse en la economía del país. Así lo han expresado algunos de los participantes: “Cimientos del Nido, fue inspirador, de gran ayuda y sumamente productivo, sobrepaso nuestras expectativas" expresó el Arq. Javier Hernández. “Cimientos de Nido de Inversión Cultural fue como las piernas que necesitábamos para caminar, no sólo por las herramientas de organización y reflexión que nos brindaron sino que también nos motivaban a continuar con nuestros proyectos. Ahora creo que no podemos fácilmente continuar sin ellos “ añadió la Lcda. Jeannette García, ambos participantes de la primera edición de la capacitación empresarial.
La convocatoria culmina el viernes 18 de septiembre.
Para conocer los detalles de la convocatoria y completar la solicitud pueden acceder a la página web de la organización, www.inversioncultural.com o escribir a inversioncultural@gmail.com.
El pasado martes 17 de marzo se inauguró el Colaboratorio, una iniciativa de Foundation for Puerto Rico que consiste en un espacio compartido para organizaciones sin fines de lucro que buscan promover el cambio social, económico y cultural en Puerto Rico.
Inversión Cultural es una de las organizaciones que fue invitada a participar de esta iniciativa, lo que representa un nuevo centro de operaciones para organización. Según Javier Hernández, director ejecutivo del proyecto, “esta iniciativa representa una oportunidad de expandir el impacto al estar más cerca de las empresas que apoyamos en Santurce y facilitando la colaboración entre las organizaciones que comparten el espacio.”.
El equipo de Inversión Cultural ofrece servicios de contabilidad y apoyo gerencial a organizaciones y empresas culturales y creativas y desarrolla iniciativas de capacitación a través del proyecto El Nido Cultural. De igual forma, promueve la investigación sobre el perfil de la economía cultural y creativa en Puerto Rico.
Según Hazel Colón, coordinadora del Nido Cultural, los nuevos proyectos están alienados con el enfoque de colaboración del nuevo espacio. "El proyecto del Nido Cultural se divide en cuatro fases que atienden al sector creativo en Puerto Rico. Nos encontramos trabajando simultáneamente con los emprendedores seleccionados de la convocatoria “Ploceus velatus”. Se trata de una beca gerencial que proveerá un diagnóstico junto a un plan de trabajo que atenderá el área de la empresa que más énfasis amerite. En Inversión Cultural estamos enfocados en apoyar al sector creativo con información para la toma de decisiones gerenciales que permitan el desarrollo y crecimiento de estas empresas. La participación de nuestra organización en el Colaboratorio consolida nuestro ánimo de realizar un trabajo en conjunto con soñadores catalizadores de una economía responsable anclada en un compromiso social."
Para mayor información sobre el Colaboratorio pueden comunicarse al 787-773-1100.
Los días 19 y 20 de marzo en São Paulo, Brasil se llevará a cabo el "Seminario de Gestión y Políticas Culturales en Latinoamérica para el Siglo 21: Diálogos y Reflexiones" organizado por Itaú Cultural. La actividad contará con la participación de expertos de países como Colombia, Argentina, Chile, Brasil y Puerto Rico.
Durante los dos días, doce expertos discutirán la evolución de las políticas culturales en la región. Por Puerto Rico, participará Javier Hernández Acosta, profesor de mercadeo de la Universidad del Sagrado Corazón y director ejecutivo de Inversión Cultural. El Prof. Hernández acompañará a Bernabé Carrasco de Chile y a Enrique Avogadro, Subsecretario de Economía Creativa de la ciudad de Buenos Aires, en un panel sobre economía creativa.
Según Hernández, "Estas oportunidades son importantes para compartir la experiencia de Puerto Rico, que apenas inicia la etapa de inplementación de políticas para la economía creativa. Con una Ley 173 aprobada y una estrategia propuesta por CODECU, tenemos que integrarnos a lo que ocurre en Latinoamérica."
En Puerto Rico, la Compañía de Comercio y Exportación está próximo a nombrar el Consejo Asesor que apoyará la implementación de la Ley 173 de la autoría del Senador Ramón Luis Nieves, mientras que la Comisión para el Desarrollo Cultural, nombrada por el Gobernador, se apresta a presentar su informe final sobre una política cultural para Puerto Rico que incluye el tema de las industrias culturales y creativas. El Prof. Hernández se desempeñó como asesor cultural de dicha Comisión, donde colaboró con el Estudio sobre el ecosistema cultural en Puerto Rico y la estrategia para las industrias culturales y creativas que se presentarán el próximo miércoles 25 de marzo.
La conferencia del Prof. Hernández en São Paulo se titula "El ecosistema de la economía creativa: definiciones, estrategias y oportunidades". Desde la experiencia de Puerto Rico, se discutirán enfoques, modelos y estudios de caso para incentivar la economía creativa. "Además del componente de política pública debemos hablar de las iniciativas privadas como Inversión Cultural que fortalecen el ecosistema mediante capacitación, mentoría e investigación.", afirmó Hernández, autor del Perfil de la economía creativa en Puerto Rico.
Para mayor información sobre el seminario pueden acceder a http://novo.itaucultural.org.br/programe-se/agenda/evento/politicas-e-gestao-cultural-na-america-latina-no-seculo-21/?programacao.
Emprendimiento Colectivo
Por Javier J. Hernández Acosta[1]
Publicada en la sección del Negocios del El Nuevo Día el sábado 14 de septiembre de 2014
Uno de los principales retos de las industrias creativas consiste en la polarización del sector. La apertura de los mercados internacionales permitió muchas multinacionales adquirieran a las medianas empresas locales, provocando lo que la UNCTAD ha llamado el “missing middle”. El problema radica en que tenemos industrias donde por un lado operan grandes conglomerados y en el otro múltiples microempresas con grandes dificultades para acceder a mercados. Entonces, una estrategia de desarrollo económico en el sector creativo deben atender esa brecha, provocando un fenómeno no muy utilizado que podríamos llamar emprendimiento colectivo.
En el año 2001, un grupo de cantautores decidió unirse a través de una cooperativa para crear una marca común que facilitara el acceso a financiamiento, producción, difusión y audiencias. Taller Cé fue un gran experimento de cómo llenar esa brecha en la industria musical. En estos días, la Compañía de Comercio y Exportación adelanta un proyecto similar con la apertura de una tienda para su marca de ropa P.ERE. Este proyecto agrupa una serie de diseñadores bajo una marca común, permitiendo acceso a un segmento del diseño muy poco atendido por los empresarios locales y que representa una industria multimillonaria a nivel local e internacional.
Hay varios elementos que discutir en esta propuesta que son pertinentes a otros sectores creativos. Por un lado, fomenta la colaboración empresarial que está tan ausente de nuestro panorama económico. Se inserta en un segmento de consumo masivo que hasta ahora había sido desatendido por la mayoría de los diseñadores. Promueve el desarrollo individual a través de sub-marcas y facilita el acceso a producción y distribución. De igual forma, también supone una forma de sustitución de importaciones y promueve eslabonamientos con otros sectores productivos tradicionales como la manufactura.
El proyecto de P.ERE es un buen experimento sobre cómo promover innovación en las propias formas de emprendimiento. Debemos explorar un balance entre el desarrollo empresarial individual con estructuras que reduzcan las barreras de las empresas locales para ser competitivas a nivel internacional. Las marcas comunes, el cooperativismo y las alianzas estratégicas son alternativas reales de emprendimiento colectivo y un buen paso en esa dirección.
[1] El autor es profesor universitario y gestor cultural.
La Universidad del Sagrado Corazón ofrecerá un curso corto sobre “Modelos de negocio en las industrias creativas” como parte del programa de Educación Continua. El curso comenzará el 13 de septiembre y se extenderá durante tres sábados para un total de 9 horas contacto. El curso será ofrecido por el Prof. Javier Hernández del Departamento de Administración de Empresas de la institución.
Descripción del curso
“En este curso se discutirán los principales elementos que componen la industria: la creatividad, la cultura y la innovación. Se presentarán los distintos modelos de negocios creativos, y la dinámica alrededor de la creación de estas empresas. Se discutirá sobre la importancia del sector creativo y cultural a nivel global, y su aportación en la economía de Puerto Rico. Además, conocerás sobre casos específicos de empresas culturales y creativas en la Isla.”
Esta es la primera vez que se ofrece formación profesional a emprendedores, ejecutivos y personas interesadas en las industrias creativas. El curso espera impactar a profesionales en los sectores de patrimonio, artes, medios, diseño y servicios creativos. Según el Prof. Hernández, autor del Perfil de la economía creativa en Puerto Rico: “Esta es una oportunidad de comenzar a entender las dinámicas de producción de las industrias creativas e identificar modelos de negocio que garanticen la sostenibilidad de las empresas.”
El curso tiene un costo de $90 y será parte de una secuencia de formación profesional que incluye cursos en mercadeo, aspectos legales y financieros y diseño organizacional enfocados en el sector creativo. “Necesitamos seguir desarrollando herramientas de formación profesional para los emprendedores. Todo aquel interesado en promover este sector puede participar, desde profesores, empleados públicos, emprendedores, estudiantes y profesionales creativos y de la industria tradicional. La economía creativa atraviesa casi toda la economía. Debemos utilizarla como recurso de creación de valor.”, comentó Hernández quien a través de Inversión Cultural diseño e implementa el Laboratorio de Empresas Creativas, un proyecto de capacitación y seguimiento a 20 emprendedores creativos en San Juan.
Los interesados en el curso pueden comunicarse con el Departamento de Educación Continua al 787-728-1515 ext. 2419, 2420, 2421 y 2422. También pueden escribir a jjhernandez@sagrado.edu.
Página web: http://cursoscortos.sagrado.edu/nuevos.html
Información adicional sobre las industrias creativas en Puerto Rico:
Perfil de la economía creativa en Puerto Rico: http://inversioncultural.com/?page_id=1121
Esta semana se completó la fase de capacitación del Laboratorio de Empresas Creativas. Esta iniciativa del Departamento de Arte, Cultura e Innovación del Municipio de San Juan permitió la capacitación empresarial de un grupo de 20 participantes interesados en desarrollar microempresas en el sector cultural y creativo. Los participantes recibieron 40 horas de capacitación en temas como modelos de negocio, mercadeo, finanzas, aspectos legales y análisis del mercado, entre otros.
Foto por Noemí Segarra
Durante el mes de mayo se realizó una convocatoria para personas desempleadas donde se recibieron sobre 150 propuestas. Luego del proceso de selección, los 20 participantes residentes de San Juan comenzaron a elaborar sus propuestas de negocio, analizar su viabilidad y a adquirir conocimientos y herramientas en materia de emprendimiento. El diseño y ofrecimiento de la capacitación estuvo a cargo del Prof. Javier Hernández, fundador el proyecto Inversión Cultural. “Es la primera vez que se ofrece un proyecto de capacitación en emprendimiento cultural en Puerto Rico. La cultura es de naturaleza emprendedora, pero necesitamos herramientas para apoyarlos en el proceso.”, comentó Hernández quien es profesor de mercadeo en la Universidad del Sagrado Corazón.
Los participantes desarrollan emprendimientos creativos en sectores como el cine, artes plásticas, uso de espacios públicos, danza, teatro, diseño gráfico e industrial, gastronomía, turismo cultural y espacios culturales alternativos. Los emprendedores continuarán en una etapa de seguimiento y esperan desarrollar alianzas para materializar sus ideas de negocio. Como parte de la capacitación participaron recursos como la Lic. Viviana Mejías (aspectos legales), las emprendedores culturales Naíma Rodríguez (Teatro Breve) y Jessabet Vivas (Cambio en Clave) y la firma de diseño y redes sociales Guillermo Domínguez, Inc..
“Es necesario fortalecer un ecosistema cultural y creativo en Puerto Rico. Para ello, necesitamos aportación del gobierno, empresa privada, academia y el propio sector creativo. Este proyecto va encaminado a fortalecer el rol de los emprendedores creativos en ese ecosistema.”, afirmó Hernández quien espera que en los próximos meses escuchemos de estas microempresas creativas.
Aquellos interesados en apoyar estas iniciativas y conocer sobre futuros proyectos puedes escribir a empresarismocreativo@gmail.com.
Convocatoria
Laboratorio de Empresas Creativas
Apoyo a la gestión cultural en San Juan
Puerto Rico necesita una cultura emprendedora. La cultura interviene en todos los componentes del bienestar y tiene un potencial real de contribuir a un desarrollo económico sostenible. En Puerto Rico existe una gran producción artística y cultural que requiere herramientas empresariales para maximizar su impacto en los mercados locales e internacionales. Todos los proyectos, independientemente de su tamaño y enfoque contribuyen a la economía cultural y creativa. Esta convocatoria está orientada a fortalecer ese ecosistema
1. Objetivo
El objetivo principal del Laboratorio de Empresas Creativas es proveer capacitación y apoyo a personas interesadas en desarrollar microempresas culturales en el Municipio de San Juan
2. Inscripción en el proyecto
Para participar en el programa, los interesados deben cumplir con los siguientes requisitos.
3. Tipo de proyectos
Los proyectos elegibles para ser desarrollados durante el Laboratorio de Empresas Creativas incluyen áreas como las artes visuales, música, teatro, cine, diseño, videojuegos, literatura, medios, animación, proyectos de turismo cultural, espacios culturales, gastronomía cultural y cualquier otro negocio vinculado a la actividad artística y cultural.
4. Beneficios
5. Fechas
La convocatoria para proyectos cierra el 31 de mayo de 2013. Interesados deben enviar nombre completo, dirección residencial, teléfono y correo electrónico. A través de la información provista se le contactará para la pre-cualificación.
Columna publicada en El Nuevo Día el 4 de abril de 2014 Por: Javier J. Hernández Acosta
Tengo la sensación de que estamos jugando las últimas fichas. Y para seguir con el dominó (y lo cultural), me parece uno de esos juegos donde queremos guardar el doble seis, aun cuando todos sabemos como eso termina. El país apostó a todo en la economía. Apostó a lo que teníamos y no supimos manejar y a lo que nunca debió. Nos fuimos con las corrientes internacionales y con las recomendaciones de cada consultor. Y justo antes de que se tranque el juego se abrió una puerta para apostar a la cultura.
La actividad cultural, guiada por las artes y todos los medios y soportes a través de los cuales se manifiesta, son el único elemento real de diferenciación. En fin, es la única estrategia capaz de atender de manera transversal la estructura económica. Lo hace a través del turismo, lo hace a través de la internacionalización que garantiza la inversión extranjera y lo hace a través del bienestar social que es la única finalidad del desarrollo.
Sin embargo, le tenemos un miedo incomprensible a intentarlo dentro y fuera del sector cultural. Inclusive, tratamos de distanciarlo hasta del propio discurso de economía creativa, pretendiendo que son dos cosas distintas. La creatividad no es otra cosa que la imaginación con contexto, y ese contexto es la cultura. De igual forma, la tecnología no es otra cosa que uno de los soportes principales para desarrollarla. La ciencia, hoteles, tecnología, procesos y bienes, se copian fácilmente (con o sin patente), la cultura no. Y es precisamente lo que el mundo anda buscando.
No todos vamos a vivir de las industrias creativas, pero podemos crear una plataforma para que el país se construya sobre ello. Si esa base parte de la equidad, inclusión, diversidad y justicia social, y lo hace desde la creatividad, habrá terreno fértil. Lo otro sería quedarnos con el doble seis. Esa es la última y única apuesta con posibilidades.
Descarga el Manifiesto de Emprendimiento Creativo en PDF.
La organización Inversión Cultural está lanzando su Proyecto de Emprendimiento Creativo. Este esfuerzo tiene el objetivo de fortalecer el ecosistema de producción cultural y creativa a través de apoyo empresarial, formación y seguimiento a empresas culturales y creativas.
La primera etapa consiste en la difusión del Manifiesto de Emprendimiento Creativo como documento de discusión que resume la visión de Inversión Cultural entorno a la economía cultural y creativa en Puerto Rico. El Manifiesto es una hoja de ruta para el desarrollo de una cultura emprendedora a nivel nacional. De igual forma, propone el Modelo de Emprendimiento Creativo que guiará nuestra formación y seguimiento a empresas creativas nuevas y en crecimiento.
Te invitamos a descargar el Manifiesto, compartirlo y comentarlo. Proximamente lanzaremos nuestras primeras convocatorias de proyectos.
Manifiesto de Emprendimiento Creativo - Hacia una cultura emprendedora en Puerto Rico by Javier J. Hernández Acosta
La economía creativa by Radio Universidad-Puerto Rico on Mixcloud
La discusión en esta edición de Hilando Fino se enfoca en el tema de la economía creativa. Esta aborda los sectores de la industria que se basan en la creatividad. Entre ellos, además de las industrias culturales, se incluyen los medios de comunicación masivos, los distintos tipos de ejecución de diseño como el diseño gráfico, el diseño industrial, la moda y la publicidad, más algunos tipos de programación como lo son los video juegos.
Este tema es pertinente a los esfuerzos que han de realizarse para reiventar la economía e impulsar nuevas iniciativas a los problemas de crisis económica. Para conversar sobre esta temática, nos acompañan los economistas la Dra. Indira Luciano Montalvo, directora el programa Graduado del Departamento de Economía del Recinto de Río Piedras, y el Prof. Javier Hernández Acosta, candidato a un grado doctoral en Desarrollo Empresarial de la Universidad Interamericana, conferenciante en Mercadeo en la Universidad del Sagrado Corazón y catedrático en Maestría de Gestión y Administración Cultural de la Universidad de Puerto Rico.
_______________________________________________________________
Un análisis de temas de sociales, culturales y políticos. Hilando Fino, todos los martes a las 4:00 pm por el 89.7fm San Juan, 88.3fm Mayagüez y por radiouniversidad.pr.
Por: Javier J. Hernández Acosta
javihernandez@yahoo.com
La semana próxima el Departamento de Administración de Empresas de la Universidad del Sagrado Corazón le va a dedicar la Semana Mundial del Empresarismo a la economía creativa. Se trata de una jornada de tres días (12,13 y 14 de noviembre) donde se discutirán distintas perspectivas de la gestión cultural y creativa en Puerto Rico. Llevamos algún tiempo discutiendo estos temas desde el punto de vista de la importancia de una política pública adecuada para su fortalecimiento. Sin embargo, también es necesario darle un giro a esa discusión y enfocarla a los profesionales del sector y a quienes aun no conocen su potencial. Entonces, la gran novedad de este esfuerzo es que va dirigido a los emprendedores. Y más allá de lo que discutiremos durante esos tres días, vale la pena adelantar un reflexión sobre las motivaciones, retos y oportunidades.
Sabemos que de entrada el concepto de economía creativa levanta conflictos. ¿Por qué cambiarle el nombre a algo que siempre ha existido? ¿Cómo tirar la raya entre creativo y no creativo? ¿Cuál es la diferencia entre industrias culturales y creativas? Hay que empezar por aceptar que en su origen se trata de un juego de palabras para ser “creativo” con las estadísticas, justificar recursos del gobierno y fomentar la innovación. Sin embargo, no está nada mal apropiarse del concepto en función de lo que realmente nos interesa: reinventar la rueda, romper los viejos esquemas de una economía desgastada y poner en el centro de la atención lo que todavía nos cuesta reconocer como el eje del desarrollo: la cultura. Después de todo, más allá de las definiciones técnicas, lo que nos permite ser realmente innovadores es partir de los modos de vida y de nuestra forma de “hacer las cosas”. Y esto es así en la tecnología, en el diseño, en el turismo, en el cine y los medios, en la música y el resto de las artes. Por eso mucho países han asumido la fórmula del i+I+D+C (innovación + investigación y desarrollo + cultura).
Hablar de economía creativa trasciende un conjunto de actividades donde “el insumo principal es la creatividad y el producto final tiene alguna forma de propiedad intelectual”. También supone que las industrias creativas, más allá de su producto final, sean creativas en su forma y prácticas de gestión. Industrias como la música, el cine y las artes plásticas, entre otras, han reproducido por décadas (y hasta siglos) las malas prácticas que es necesario reinventar. Pero además de preocuparnos por el desarrollo de las industrias creativas, tenemos que poner en perspectiva cuál es su rol dentro de la economía. Las industrias culturales y creativas no son un sector industrial como cualquier otro que simplemente podemos agrupar y medir, se trata de un motor o catalizador de la economía y la sociedad en general. Por esta razón, algunos economistas la ubican como un elemento clave en los sistemas de innovación de un país. Esto hace mucha lógica cuando se sigue el rastro de la actividad cultural y creativa y se analiza dónde se genera el impacto final.
Por otro lado, es necesario empezar a analizar muchas de las prácticas de los empresarios creativos. Ya no para apoyarlos, sino para aprender y reproducirlas en otros sectores. Estamos hablando de recursos con una gran capacidad de improvisación, tolerancia al riesgo, alto compromiso social y sentido de cooperación, que utilizan el trueque para financiar sus proyectos y que no paran de emprender independientemente de las condiciones externas. ¿Acaso no son estas las cualidades idóneas para la clase empresarial que queremos?
Regresando al evento, me interesa hacer unos comentarios sobre cada uno de los días. La primera charla tendrá la oportunidad de poner en contexto este discurso de la economía creativa. ¿Qué es, quiénes son, por qué es importante? Sobre todo, resulta interesante hacerlo en el contexto del lanzamiento de un importante informe del BID sobre lo que han llamado “La Economía Naranja”[1], un intento muy creativo de plantear el asunto y proponer un punto medio en la gama de definiciones del sector. El informe utiliza una gran cantidad de datos económicos para hacer comparaciones interesantes, como plantear que la Economía Naranja equivale a la cuarta economía más grande del mundo (después de Estados Unidos, China y Japón), que equivale al noveno mayor exportador de bienes y servicios y que sería la cuarta fuerza laboral más grande del mundo.
Además de hablar del contexto macro de la economía creativa, es necesario hacer causa común con los distintos componentes del ecosistema creativo. Es absurdo que a estas alturas todavía los estudiantes de las distintas facultades no se comuniquen, ni para emprender, ni para criticarse. Existe un gran abismo entre las profesiones y campos que es necesario romper, porque precisamente es lo que necesita la economía. No solo tenemos que darle herramientas empresariales a los creativos y artistas, sino que también debemos acercar a los profesionales del campo empresarial a la cultura y la gestión creativa. Es necesario que empiecen a entender las dinámicas del valor cultural, de lo no-cuantificable y de la improvisación. Más allá del “do it yourself”, también es importante ser responsables y delegar estratégicamente aquellas áreas en las cuales no generamos valor o que reducen nuestra capacidad para atender aquellas áreas donde sí lo generamos. Definitivamente, necesitamos más espacios de conexión interdisciplinarias en función del propio desarrollo económico.
Pero también es necesario mirar a los emprendedores culturales y creativos de carne y hueso. Después de todo, se trata de gente común y corriente que gestiona un proyecto detrás del otro. Ejemplos como Naíma Rodríguez de Teatro Breve, Sonia Fritz, directora de cine, Guifre Tort de Antrocket y representantes del Circo Nacional. En el caso de Puerto Rico, podríamos hacer una larga lista de ejemplos en campos como la música, el teatro, el cine, literatura, diseño y tecnología, entre otros. Es necesario comenzar a compartir esas experiencias para recoger “buenas prácticas”, pero también establecer los principales retos y oportunidades de su gestión.
Por último, es importante hacer un diagnóstico de los recursos de apoyo a esta gestión empresarial creativa. El hecho de que no existe una entidad pública especializada no significa que no existan. De igual forma, no todas las iniciativas de apoyo vienen desde el gobierno. Proyectos como la Incubadora Creativa de Mayagüez son un ejemplo de esto. Por supuesto, es importante sentarnos a coordinar esfuerzos para que no se dupliquen y sean más eficientes. Iniciativas de Fomento Industrias, el Instituto de Cultura Puertorriqueña, la Corporación de Cine, el Departamento del Trabajo y el Banco de Desarrollo Económico, deben asegurarse de que sus recursos responden a las características del sector y que entre todos cubren la extensa gama de actividades creativas que son indispensables para fortalecer el ecosistema de producción creativa.
Cada vez nos vamos adentrando más en el tema de la economía creativa con el enfoque. Nos toca profundizar sobre el análisis para tomar las acciones correctas. Reconociendo que en Puerto Rico existe un gran producción cultural y creativa y que existen experiencias exitosas y recursos de apoyo, es más un trabajo de coordinación y comunicación que cualquier otra cosa.
* La actividad será los días 12, 13, 14 de noviembre a las 5:30pm en el Anfiteatro BN 321.
[1] Buitrago, F. (2013). La Economía Naranja. Disponible en: http://idbdocs.iadb.org/wsdocs/getdocument.aspx?docnum=38143978
Presentan evento Creativos con Empresas: Diálogos sobre economía creativa
Durante los días 12, 13 y 14 de noviembre, el Departamento de Administración de Empresas de la Universidad del Sagrado Corazón le dedicará la semana mundial del empresarismo a la economía creativa. Durante tres días se presentarán conferencias sobre el tema con especialistas, empresarios creativos y representantes de agencias y proyectos de apoyo. La actividad será en el anfiteatro Barat Norte 321 de la Universidad del Sagrado Corazón. Todas las actividades comenzarán a las 5:30pm.
El martes 12 de noviembre, el fundador de Inversión Cultural, Javier Hernández, dictará una conferencia orientada a las oportunidades de emprender en la economía creativa. Hernández presentó en junio pasado el “Perfil de la economía creativa en Puerto Rico”, primer informe que recoge el impacto económico del sector cultural y creativo. “Más allá de atender el tema desde su impacto económico y de política pública, tenemos que empezar a hablarle a los jóvenes y a los empresarios creativos. Ellos son quienes tienen el potencial de transformar la economía del país.”, comentó Hernández, quien también ofrece cursos de mercadeo en la Universidad del Sagrado Corazón. Ese primer día también participará Juan Guillermo Herrans, miembro de la Comisión para el Desarrollo Cultural de Puerto Rico.
El segundo día, empresarios creativos de diversos sectores presentarán sus experiencias profesionales, mientras que el jueves será dedicado a los recursos de apoyo de entidades públicas y privadas. “Es importante que los jóvenes universitarios sepan que existen muchas oportunidades de emprender en la economía creativa y que existen experiencias y recursos para hacerlo.”, finalizó Javier Hernández, quien aplaudió la iniciativa del Departamento de Empresas reconociendo la importancia de que la academia se vincule a estos procesos.
La participación de Inversión Cultural es parte de una serie de eventos con los que colaborará en los próximos meses y que responde a la creación del Centro de Economía Creativa, una iniciativa dirigida a fortalecer el emprendimiento cultural y creativo en Puerto Rico. Para mayor información sobre el evento pueden acceder a www.inversioncultural.com, a través del 787-396-9118 o a través de twitter: @inversioncultur.
Comunicado de prensa - Creativos con empresas.docx by Javier J. Hernández Acosta
Ley de industrias creativas - Javier Hernández (Inversión Cultural) by Javier J. Hernández Acosta
Proyecto del Senado 655
Ley para fomentar las industrias creativas de Puerto Rico
Ponencia presentada por Javier J. Hernández[i],
director de Inversión Cultural[ii] ante la
Comisión de Gobierno, Eficiencia Gubernamental e Innovación Económica del Senado de Puerto Rico.
24 de septiembre de 2013, Teatro Ambassador
Ministers will generally accept proposals which contain the words simple, quick, popular and cheap. Ministers will generally throw out proposals which contain the words complicated, lenghthy, expensive, and controversial. Above all, if you wish to describe a proposal in a way that guarantees that a Minister will reject it, describe it as courageous.
(Sir Humphrey Appleby, citado en Throsby, 2012)[iii]
Saludos a todos. Agradecemos la oportunidad de invitarnos a deponer y participar de este importante proceso. De igual forma, agradezco a los autores del proyecto la oportunidad de comentar sobre el borrador inicial del proyecto, lo que demuestra un nivel de apertura y consulta muy necesario en el proceso legislativo. A partir de la radicación de la medida, hemos realizado un ejercicio de investigación y análisis crítico con el fin de hacer una aportación valiosa a este proceso. Debo comenzar señalando que esta ponencia representa una posición personal y la del proyecto Inversión Cultural.
Cuando hablo en carácter personal, me refiero a mi rol como músico, profesor en las áreas de mercadeo a nivel sub-graduado en la Universidad del Sagrado Corazón y en el área de gestión cultural en la Maestría de Gestión y Administración Cultural en la UPR. Además, mi experiencia con el proyecto de Inversión Cultural ha sido asesorar proyectos culturales y creativos en áreas diversas que incluyen el trabajo comunitario, las artes escénicas, servicios creativos a empresas, publicidad, gastronomía, música y cine, muchos de los sectores que componen las industrias creativas. De igual forma, enmarco mi opinión en carácter de investigador, habiendo realizado estudios empíricos en áreas como el cine, la música, el empresarismo cultural, la política pública para industrias culturales y más recientemente, con la publicación del “Perfil de la economía creativa en Puerto Rico”, informe que recoge el impacto económico y dinámicas sectoriales de estas industrias.
Hablar de una política pública para las industrias creativas es un tema que provoca conflictos en términos conceptuales y operacionales. Por un lado está el reconocimiento de la importancia de estos sectores y la oportunidad de que el gobierno asuma su rol en su desarrollo. Por otro lado, está la falta de información y los errores históricos de dejarnos llevar por corrientes sin tomar en consideración la información empírica. Después de todo, tenemos a nuestro alcance malas experiencias de procesos similares. Ahí están la CORCO como monumento a la mala planificación e improvisación, el edificio de Biotecnología, el Puerto de la Américas, las múltiples campañas fallidas de marca país y el eterno abrazo a un modelo de industrialización que colapso hace muchos años y todavía sigue siendo el fantasma detrás de muchas de las acciones gubernamentales en materia económica. De igual forma, ya tenemos experiencias fallidas e incompletas en torno a la relación economía y cultura, como lo es el caso del Programa de Desarrollo Artesanal, el Concilio de Diseño, el programa de Arte Público y la Corporación de Cine, caso que utilizaremos de ejemplo más adelante en el contexto del limitado campo de acción de Fomento Industrial. Por lo tanto, es necesario que nuestros esfuerzos estén fundamentados en información real y no en las noticias y reportes de gobierno que inundan el internet. Después de todo, ningún Ministro de Cultura o Economía va a hablar mal de su gestión en torno a las industrias culturales y creativas.
Trasfondo
Debemos recordar que el concepto de industrias creativas surge como un asunto político, aunque siempre con la buena intención de establecer la importancia de las artes y movilizar mayores recursos para su desarrollo. Primero Australia trajo a la discusión la importancia de incluir los medios como parte de las industrias culturales. Lo hizo el Primer Ministro Paul Keating a través del reporte “Creative Nation” en 1994. Más tarde, en medio de una “crisis existencial” del Reino Unido, el Primer Ministro Tony Blair y el Partido Laborista se aferra al discurso de la creatividad y la innovación como ancla para restablecer una competitividad que había perdido en la región. Uno de sus principales esfuerzos fue crear el concepto de “industrias creativas”, una junte de sectores diversos que van desde las artes y el cine hasta la publicidad y la tecnología. En palabras de Gaëtan Tremblay, se trata de un maridaje perfecto donde la tecnología adquirió el prestigio de las artes y las artes el valor añadido de la tecnología[iv].
La movida del Reino Unido trajo una avalancha de informes, estudios, mapeos, conferencias y políticas públicas alrededor del mundo, incluyendo organismos internacionales como el BID, la UNCTAD y la UNESCO. A esto siguieron discursos y fórmulas de éxito como las propuestas de Richard Florida sobre las ciudades creativas, planteando que atraer talento, tecnología y tolerancia eran suficientes para fomentar el desarrollo económico a nivel local. Los países comenzaron a copiar las “fórmulas de éxito” y destinaron recursos a la creación de “task forces”, concilios, agencias, incubadoras, aceleradoras, programas académicos y otros recursos que no tenían ante la promesa de “las industrias creativas como alternativa de desarrollo”. El resultado, por supuesto, no fue el esperado. Ni siquiera en el caso del Reino Unido, más allá de saber realmente cuánto aporta al PIB y al empleo, se puede determinar a ciencia cierta qué efecto han tenido las políticas públicas. Los países copiaron las definiciones, las políticas, pero también los resultados.
Por ejemplo, mirando la corriente de las “ciudades creativas”, nos topamos con un Florida que había demostrado que existía una relación entre la clase creativa y el desarrollo económico, pero nunca demostró la relación de causa y efecto. ¿Los creativos se mueven a lugares donde hay desarrollo económico, o el desarrollo económico persigue a las “clases creativas”? Un problema de endogeneidad imposible de resolver. El resultado, una avalancha de estudios empíricos cuestionando sus planteamientos y demostrando los efectos nefastos del desplazamiento y la desigualdad. Después de todo, hay que destacar que su “clase creativa” incluye a los abogados, contadores, vendedores, gerentes, legisladores y maestros, entre otros, prácticamente todas las profesiones con un grado universitario, algo que confunde y dificulta el análisis. También es sabido que el sector creativo ha tenido un crecimiento sostenido a nivel mundial por encima del resto de la economía, pero también es importante reconocer que ese crecimiento se debe en gran medida al sector de tecnología. De igual forma, cuando se habla del comercio internacional, gran parte del crecimiento se debe a China, y cuando se hace el ajuste, las tasas no son nada excepcionales. En el contexto Latinoamericano, muchos países terminaron redefiniendo el concepto cuando se dieron cuenta que el desarrollo no venía por osmosis, y empezaron a reenfocar en aquellas áreas donde realmente tenían grandes insumos. Cambiaron la tecnología por los festivales, añadieron la gastronomía y potenciaron el turismo cultural.
Ahora, estas malas experiencias no significan que no hagamos nada, pero requiere entender experiencias dentro y fuera de la isla para no caer en la paradoja de la legislación de incentivos: terminar peor que cuando no estaba legislado. Para esto, podemos ver las experiencias locales de legislación sobre la colegiación de actores, de promotores, la ley de la música autóctona y la ley 108 para descuentos a los espectáculos, entre otros. En todos esos casos, a pesar de la buena intención, la legislación empeoró la condición de los sectores que intentaba potenciar. Por esta razón, es importante discutir algunos puntos en el proyecto de Ley que alertan sobre una tendencia similar.
Análisis del proyecto de Ley
El problema conceptual
Dado que el tema surge y se desarrolla en el contexto de la administración pública, no ha sido posible un consenso sobre la definición de industrias creativas. Sabemos que el DCMS (Departamento de Cultura, Medios y Deportes) del Reino Unido lo ha definido como “aquellas que están basadas en la creatividad, talento y habilidades individuales. Tienen el potencial para la creación de riqueza y empleo a través del desarrollo de la propiedad intelectual”, aunque actualmente se está revisando para eliminar la condición de la propiedad intelectual. Lo cierto es que esa definición, por su amplitud, no ayuda mucho.
La creatividad no es un concepto fácil de segmentar y adjudicar, puesto que prácticamente cualquier trabajo o industria puede tener un elemento creativo. Sin embargo, existe un consenso en ciertos sectores que componen las industrias creativas. Por ejemplo, la mejor forma de verlo son los círculos concéntricos, donde las artes aparecen como el núcleo de la economía creativa. Alrededor de este círculo aparece otro que incluye a las industrias culturales (cine, medios, discos, editoriales, etc.). Un tercer círculo serían las llamadas industrias creativas, incluyendo sectores como el diseño, la arquitectura, aplicaciones digitales, etc.
El problema radica en que obviamente las industrias creativas, por naturaleza, incluyen al arte y las culturales. De hecho, cuando las Naciones Unidas utilizan su definición, están incluyendo al Patrimonio, las Artes, los Medios y la Creaciones Funcionales. Sin embargo, en otros contextos, cuando se habla de industrias creativas se habla solamente de los sectores incluidos en ese círculo exterior, entiéndase todo el contenido digital, aplicaciones, diseño, arquitectura, etc. Por supuesto, es importante señalar, que en los países donde se habla de esta definición, se hace porque ya existe un política pública para las artes y las industrias culturales. Por lo tanto, el ejercicio consiste en expandir esa política a otros sectores. Ese no es el caso de Puerto Rico, donde al día de hoy no existe una política de industrias culturales.
Por esta razón, un proyecto como éste inmediatamente trae confusión porque no se tiene claro lo que busca. Debo decir, que ninguna definición de industrias creativas incluye en su totalidad al sector de programación de computadoras y áreas relacionadas, por lo que hay que ser cuidadosos para no apropiarse de un concepto que no les corresponde. Si el proyecto pretende crear una política pública para las industrias creativas en su concepción más amplia, debe incluir el componente de patrimonio, después de todo, el turismo cultural es probablemente el sector de mayor oportunidad dentro de la realidad puertorriqueña. Sea como sea, el carácter particular de las industrias creativas sigue siendo su capacidad de transmitir contenidos simbólicos; es esto lo que diferencia a la arquitectura de la construcción y a los medios digitales de la industria de tecnología. No es aceptable, y además resulta contradictorio, que el proyecto de ley descarte algunos sectores sin haber determinado su potencial económico. Definir de antemano los sectores de manera tan específica, termina debilitando la justificación de un Concilio.
De igual forma, se debería redefinir la composición del Concilio para incluir representación de la institucionalidad pública cultural del país, quienes están encargados en fomentar la creación cultural. Por ejemplo, no tiene sentido un silla para el Fideicomiso de Ciencia y Tecnología si no hay una silla para el ICP. Este tema lo elaboraremos más adelante pero es un principio básico: para fomentar su crecimiento, primero es necesario fomentar su existencia, y ese trabajo le corresponde al componente cultural público. Finalmente, es necesario fijar un término para las operaciones del Concilio, ya que se no se justifica una estructura paralela una vez se delimite su campo de acción y los responsables de su implementación.
En el caso de Puerto Rico, donde nunca se ha legislado ni para las industrias del arte, culturales o creativas, es necesario una política amplia para todos los sectores y no segmentarla con enfoques específicos, esto es un trabajo necesario en la etapa de implementación, por lo cual es necesario la representación de todos los sectores. El proyecto no puede estar sesgado ni para las artes ni para la tecnología, puesto que sería una apuesta donde aumentan las probabilidades de perder. El secreto está en reconocer los eslabonamientos productivos entre todos los sectores, fortalecerlos con políticas e incentivos no tradicionales con el fin de desarrollar industria en el sentido real de la palabra. A partir de ahí, se podrá potenciar su capacidad de generar riqueza y empleo. Con esto quiero decir, que no es suficiente incentivar empresas, sino incentivar ecosistemas de producción creativa, este es el rol principal de este proyecto de ley. Por lo tanto, no existe precedente para las acciones que hay que tomar. Reconociendo la necesidad de estas dinámicas, la creación de una División de Industrias Creativas bajo Fomento Industrial es contradictoria y peligrosa para los mismos objetivos del proyecto de Ley.
Definiciones
El proyecto específica 16 sectores dentro de su definición de industrias creativas. Estos sectores se agrupan en cuatro categorías que incluyen Artes (música, artes visuales, escénicas y publicaciones), Diseño (gráfico, industrial, moda, interiores), Medios (desarrollo de aplicaciones, videojuegos, medios en línea, contenido digital y multimedios) y Servicios Creativos (arquitectura, educación creativa y redes sociales). Es importante señalar que los Medios tradicionales como el Cine, Prensa, Radio y Televisión, no están incluidos. Estos sectores son los más intensivos en mano de obra, algo que hay que considerar si uno de los objetivos es la creación de empleos. En el resto de los sectores, se estima que sobre el 80% son empleos por cuenta propia o microempresas[v]. También es importante destacar que el proyecto descarta el patrimonio material e inmaterial y el turismo cultural, probablemente los sectores con mayores posibilidades de impactar en términos de riqueza y empleo.
Causa preocupación que algunos sectores incluyen actividades que no están claramente definidas. A pesar de que eso lo puede definir el Concilio, para propósitos de la composición del Concilio resulta importante clarificarlo. Reconociendo que el sector de medios no está incluido, lo correcto sería agrupar al sector de arquitectura bajo la categoría de Diseño y reducirlo a tres categorías, pasando todos los sectores de Medios a Servicios Creativos. Se recomienda eliminar al sector de redes sociales que después de todo es un servicio de administración en ocasiones muy vinculado a la publicidad, un sector que no está en el espíritu del proyecto. Esto le da mayor claridad al proyecto de ley y mayor balance a la composición del Concilio.
Nuevamente, la ausencia de los medios, cine y publicidad, dificulta hablar de una Ley de Industrias Creativas de manera absoluta (dentro de las dos concepciones explicadas anteriormente). La única manera en que esto sería cierto es que se tratase de un sombrilla de toda la política pública relacionada.
Como detalle adicional, se recomienda cambiar el concepto de grupos creativos por empresas creativas.
Industrias Creativas en Puerto Rico
El pasado 19 de junio de 2013 publicamos el informe sobre el “Perfil de la economía creativa en Puerto Rico”. Este informe organiza por primera vez los datos de fuentes oficiales en torno al tema de las industrias creativas. Para su análisis, el informe utiliza los modelos de la UNCTAD, Estados Unidos y un análisis de la Clase Creativa según Richard Florida y una variante con ocupaciones más concentradas en el tema creativo. Utilizando los modelos tradicionales, en Puerto Rico las industrias creativas aportan aproximadamente 14,715 empleos, $1.74 billones en volumen de negocios y un total aproximado de 1,889 negocios. La nómina total asciende a $436 millones y el salario promedio es de $26,632. Esto representa un 4.29% de los negocios en Puerto Rico, 2.65% de la nómina total anual, 1.37% del empleo y un 2.67% del PIB para el 2011. Por supuesto, estos datos tienen la limitación del trabajo por cuenta propia y la economía informal. Sin embargo, también hay que reconocer que estos datos aumentarían la cantidad de negocios y empleos, pero su impacto sería mucho menor en el volumen de negocios. De todas formas, es la misma metodología que se utiliza en los estudios nacionales alrededor del mundo.
Sin embargo, estas clasificaciones incluyen varios sectores que no son pertinentes al caso de Puerto Rico y el proyecto de ley. Por esta razón, el informe incluye un análisis de sectores aplicados al contexto puertorriqueño, utilizando tres categorías que incluyen Artes (patrimonio, visuales, musicales, escénicas y editoriales), Medios (cine, televisión, radio, prensa) y Diseño (moda, industrial, gráfico, interiores, arquitectura, digital y aplicaciones). De todas formas, debemos recordar que el sector de medios no está incluido en este proyecto de ley.
De acuerdo a estas categorías, existen 845 negocios, 399 en las artes, 230 en los medios y 216 en el diseño. En total generan aproximadamente 6,974 empleos, 3,738 en los medios, 1,854 en las artes y 1,382 en el diseño. El volumen total es de aproximadamente $1.2 billones, $277 millones en las artes, $667 millones en los medios y $300 millones en el diseño. En los sectores de artes y diseño, el 70% son microempresas que emplean entre 1-4 empleados. Como se mencionó anteriormente, el sector de medios es el mas intensivo en mano de obra, donde sólo un 47% del total son microempresas. Esta información es de suma importancia cuando el objetivo principal es incentivar la creación de riqueza y empleo.
El Concilio
Hemos mencionado que la creación de un Concilio solamente tiene sentido como ejercicio para diseñar y coordinar una política que integre diversos sectores del ente público y privado. Su gestión pierde sentido una vez definida la implementación de esta ley bajo la Administración de Fomento Industrial. El Concilio podría coordinar entre municipios, agencias el gobierno central, el sector financiero, educativo y la comunidad internacional. Su gestión es viable si está separada, pero representada, por las agencias relacionadas. A pesar de estas responsabilidades, el proyecto de ley le adjudica principalmente funciones tácticas de naturaleza operacional. Es importante reenfocar sus funciones al plano estratégico y dejar aquellas funciones al sector privado y a las agencias. De todas formas, la mayoría de las tareas terminarán sub-contratadas en el sector privado. Sin embargo, esas tareas son producto de las necesidades del ecosistema y no por la determinación automática de un Concilio. Por esta razón, se recomienda limitar la existencia del Concilio a un periodo de 2 años. Luego se esto, las tareas deberán ser implementadas por las agencias pertinentes. No existe necesidad de crear una estructura paralela. Podría existir la legítima preocupación de evitar la politización del tema, pero estructurarlo a términos de 5 años tampoco salvaguarda esa preocupación. Con el alto nivel de politización que existe en el país, más estructuras es igual mayor politización. En ese sentido, “la cura resulta más cara que la enfermedad”.
La composición del Concilio se ve afectada por las definiciones. La estructura de las categorías está desbalanceada y provoca un sesgo en la toma de decisiones. Como hemos mencionado, es necesario reducir las categorías a tres: Artes, Diseño y Servicios Creativos. Con dos representantes de cada categoría, el total de miembros del Concilio se reduce a seis, por lo que el total de miembros se reduce a trece. Habría que reconsiderar la inclusión del Director de la Corporación de Cine y añadir a un representante del Instituto de Cultura Puertorriqueña.
La División bajo Fomento Industrial
Ya hemos adelantado que destinar la implementación de esta Ley a Fomento Industrial es un error estratégico que será contraproducente. En el corto plazo, se lograrán los incentivos necesarios para proyectos existentes y en desarrollo, incentivos a los cuales de todas maneras tendrían acceso con programas actuales. Sin embargo, lo que sería el objetivo principal de un política pública para el sector creativo, fortalecer el ecosistema de producción cultural y creativa de manera amplia, no será posible. No existe una experiencia anterior en Fomento de crear y fortalecer un ecosistema industrial sostenible y competitivo. Todos los intentos han sido a través de esfuerzos a corto plazo que se vuelven obsoletos a partir de cualquier cambio mínimo en el panorama internacional. Fomento incentiva empresas, no ecosistemas. Una vez se fortalezca la producción de las empresas culturales y creativas, entonces Fomento podría entrar con incentivos específicos para esa realidad. Para dar un ejemplo, podemos utilizar el caso de la industria de Cine. En Puerto Rico no existe una industria de Cine, existe empresas y proyectos de cine. Por más que hablemos del tema, el rol de la Corporación de Cine se limita a atraer inversión extranjera e incentivar producciones locales sobre una base económica. Sin embargo, incentivar una industria requiere mucho más que eso. Por ejemplo, no hay industria competitiva sin una demanda sofisticada, y eso requiere educación y acceso. Las industrias creativas no van a tener impacto en el empleo si no impactan toda la cadena productiva. Un ejemplo de esto fue planteado por la joven empresaria Anaís Colón, a su vez estudiante del Seminario de Economía Creativa que ofrezco este semestre. Su interés principal no son recursos financieros para su empresa, sino poder contar con suplidores locales para cada uno de los elementos de su línea de accesorios. Esta es una de las cosas que diferencian a las industrias creativas de las demás, pero eso requiere inclusive incentivar industrias “no creativas” para fortalecer las industrias creativas.
La mejor forma es la integración de legislación, agencias gubernamentales, gremios, sistema educativo, sector laboral y empresa privada. Ciertamente, esto requiere un visión que trascienda la de Fomento Industrial. Definitivamente, Fomento es una pieza clave, pero el proyecto le da un protagonismo que no es cónsona a su experiencias, capacidades y cultura organizacional.
El beneficio contributivo
¿A quién le amarga un dulce? El proyecto de ley contiene una cláusula que ofrece beneficios contributivos sobre la propiedad mueble e inmueble. Nadie se quejaría de tal beneficio, aun cuando no le aplique ni le aplicará en el futuro. La gran mayoría de las empresas creativas funcionan con intangibles, con estructuras organizaciones flexibles y muchas veces a base de proyectos, entre otras características. Nuevamente, establecer esto como una prioridad, demuestra el desconocimiento de estas dinámicas y la preocupación del efecto que esto puede tener en la política pública. Aunque no nos oponemos a esta cláusula, lo mencionamos como un ejemplo de los errores conceptuales que fundamentan el proyecto.
Cartografías y Conferencias
Como hemos mencionado, el proyecto adjudica unas tareas que son de naturaleza táctica. No le corresponde a la legislatura establecer cuándo hacer una conferencia. Eso le corresponde al sector. Se trata de un esfuerzo bien intencionado pero innecesario. Ya existen ejemplos anteriores con la Comisión de Desarrollo Cooperativo que establece una conferencia bienal. Esta encomienda de ley lo que hace es obligar una asignación de fondos muchas veces desligada de las necesidades reales del sector, lo que resulta en un gasto oneroso e ineficiente.
En el caso de la Cartografía, el componente estadístico debe ser una encomienda dirigida por el Instituto de Estadística de Puerto Rico. Se recomienda consultar con el Concilio, pero que el Instituto tenga total independencia. Existen dos razones para esto. Por un lado, el Concilio no puede ser juez y parte, y por otro lado, esa Cartografía debe trascender la definición de esta ley para que sea comparable con otros países. Recordemos que esta ley excluye sectores claves como el cine, televisión, radio, prensa, patrimonio y turismo cultural. El Instituto deberá someter la información pertinente para la operación del Concilio pero no debe limitarse a ello.
Además del Instituto de Estadísticas de Puerto Rico, se recomienda la participación de la Universidad de Puerto Rico como principal de centro de producción de conocimiento. Mas allá del ejercicio estadístico, es necesaria la contextualización, análisis e implicaciones de los datos en una concepción amplia de la economía. Se trata de una oportunidad única de destinar esos recursos a la Universidad y fortalecer su aportación a la gestión pública. La Universidad deberá poner a disposición del análisis los componentes de Economía, Administración de Empresas, Comunicaciones y Gestión Cultural. Esta es una práctica colaborativa muy presente en países como Colombia, El País Vasco y Estados Unidos. De esta forma, se hace un mejor uso de recursos, se garantiza la confiabilidad y rigurosidad metodológica.
Recomendación final
Nuevamente destacamos la importancia de un proyecto de esta naturaleza. Entendemos que esta iniciativa es una oportunidad única para el Gobierno provea la infraestructura para que las empresas culturales y creativas continúen y amplíen su aportación al desarrollo económico, social y cultural del país. Como recomendación final, establecemos que la implementación final del proyecto debe recaer en manos del Instituto de Cultura Puertorriqueña. Existen varias razones para ello. Hemos establecido que ni el ICP ni Fomento Industrial tienen la infraestructura, cultura organizacional y marco estratégico para implementar un proyecto como este. Por lo tanto, en términos de capacidades, ambos están en igualdad de condiciones. Sin embargo, el hecho de que el ICP no tenga a la fecha de hoy una “División de Industrias Creativas” le permite hacerlo desde cero, permitiendo una mejor coordinación con el Concilio para que se de un proceso coherente y conveniente para la economía creativa, algo que no ocurriría en una estructura tan rígida como Fomento Industrial y su sombrilla. Nuevamente, ponemos el caso de la Corporación de Cine y el Programa Artesanal como experiencias donde a pesar de las características de los sectores no se podido implementar programas que trasciendan la mentalidad y cultura organización de Fomento.
Por otro lado, no podemos perder de vista que el Gobernador acaba de nombrar una Comisión para el Desarrollo Cultural cuya encomienda principal es fortalecer las instituciones culturales y sugerir caminos prometedores para el empresarismo y autogestión cultural, enmarcados en una visión renovada de la economía planteada desde la cultura. A esta Comisión ya le fue asignado una tercera parte del presupuesto que plantea este proyecto con el fin de investigar, cartografiar, diseñar y recomendar esos caminos. Esto supone una oportunidad única de coordinar esfuerzos para garantizar su desarrollo. De igual forma, no tendría mucho sentido cancelar esfuerzos cuando ya el Ejecutivo ha expresado la importancia de cultura como motor de desarrollo económico. Como último argumento, utilizamos las tendencias a nivel internacional en la implementación de este tipo de proyectos. Como parte del Seminario Graduado de Economía Creativa de la UPR, hemos comenzado a elaborar un perfil de los distintos países y las instituciones que implementan los programas de economía creativa. Los hallazgos preliminares para 21 países y regiones, se presentan como anejo a esta ponencia. En esta lista se puede identificar que la gran mayoría de los países implementan los programas de industrias creativas bajo los Ministerios de Cultura y Consejos de Arte. En algunos casos, la responsabilidad es conjunta. En el caso de Trinidad y Tobago se trata de una corporación pública y en Holanda e Indonesia interviene el Ministerio de Economía.
Es posible que alguien argumente que la cultura y la creatividad son dos cosas distintas, industrias culturales vs industrias creativas. Como expresamos en un principio. Donde único se ha utilizado esta concepción es en escenarios donde ya las primeras estaban legisladas y se amplio el campo de acción al sector de videojuegos, contenido digital y desarrollo de aplicaciones. A pesar de ser sectores de alto valor añadido, se trata de una actividad relativamente pequeña, atada a las industrias culturales y con poco impacto en el empleo. Por lo tanto, su desarrollo se fortalece cuando todo el ecosistema creativo se fortalece. Sería un error de política pública guiar su implementación únicamente por estos sectores.
Por esta razón, recomendamos su aprobación con las enmiendas propuestas abajo y argumentadas en esta ponencia.
Resumen de enmiendas
[i] Javier J. Hernández Acosta es candidato doctoral en Desarrollo Empresarial de la Universidad Interamericana, recinto Metro. Posee una maestría en Negocios Internacionales de la Universidad de Puerto Rico y un posgrado en Gestión y Políticas Culturales de la Universidad Autónoma Metropolitana de México. Ofrece cursos en el área de mercadeo en la Universidad del Sagrado Corazón. En la Maestría de Gestión y Administración Cultural en la Universidad de Puerto Rico, recinto de Río Piedras, ha ofrecido cursos de gestión musical, administración estratégica y economía creativa. Dirige el proyecto Inversión Cultural que ofrece apoyo empresarial y consultoría a empresas y proyectos culturales y creativos. Durante cuatro años fue administrador de la primera cooperativa en el sector musical, Taller Cé. Ha publicado sobre emprendimiento, industrias culturales y políticas culturales en la Revista Nacional de Administración, el Journal of Arts Management, Law and Society y en el libro sobre empresarismo cultural: Pioneering Minds Worldwide. Como músico ha pertenecido a las agrupaciones de Antonio Cabán Vale “El Topo”, Zoraida Santiago y Kany García, entre otros. Es autor del “Perfil de la economía creativa en Puerto Rico” (http://inversioncultural.com/?page_id=1121).
[ii] Inversión Cultural es una organización cuya misión consiste en ofrecer apoyo y consultoría a empresas culturales y creativas en Puerto Rico. Sus principales áreas son la investigación, el apoyo empresarial y la formación en emprendimiento cultural www.inversioncultural.com.
[iii] Citado originalmente en Jonathan Lynn y Anthony Jay, Yes Minister, 1984. Throsby, D. (2010). The Economics of Cultural Policy. Cambridge Press: United Kingdom.
[iv] Bustamante, E. (Ed). (2011). Industrias Creativas: Amenazas sobre la cultura digital. Editorial Gedisa: Barcelona.
[v] Hernández, J. (2013). Perfil de la economía creativa en Puerto Rico. Inversión Cultural. Disponible en www.inversioncultural.com.
Anejo 1
Países e instituciones
Comentarios iniciales al primer borrador del proyecto que compartió el Senador Ramón Luis Nieves. En la carta se detallas las preocupaciones con las definiciones, exposición de motivos, composición del Concilio y el rol de Fomento Industrial. Este documento es del 28 de mayo de 2013, antes de la publicación del Perfil de la economía creativa en Puerto Rico.
Comentarios Proyecto Industrias Creativas PS 655 (Borrador inicial - Mayo 2013 by Javier J. Hernández Acosta
La Dra. Wanda Pacheco entrevista a Javier Hernández en el programa Coolturéate de Bonita Radio. La entrevista gira entorno al informe sobre el "Perfil de la economía creativa en Puerto Rico", documento que recoge los últimos datos disponibles sobre la aportación económica de las industrias creativas. La entrevista discute los conceptos básicos sobre las industrias creativas, su impacto en Puerto Rico y recomendaciones de política pública.
Por: Javier J. Hernández Acosta
Incluido en el "Perfil de la economía creativa en Puerto Rico".
Disponible en http://inversioncultural.com/?page_id=1121
Unas de las características principales de las industrias creativas es que se componen principalmente de microempresas. El objetivo de este informe es describir la composición de las principales industrias creativas de acuerdo al total de empleados por empresa. Este análisis es importante por varias razones. Por un lado, los responsables de política pública tienen una herramienta adicional para entender los subsectores y desarrollar incentivos apropiados para su desarrollo. Por otro lado, las empresas y organizaciones tiene la oportunidad de incorporar este análisis a sus estudios de viabilidad y modelos de negocios.
En el documento principal sobre el “Perfil de la economía creativa en Puerto Rico” se analizó la economía creativa utilizando los modelos de la UNCTAD y del análisis de las industrias creativas en Estados Unidos. Sin embargo, se realizó un análisis adicional inclinado a entender la composición de las principales industrias en el contexto puertorriqueño. Para este análisis se utilizan tres subsectores principales: las Artes (que incluyen el componente de patrimonio), los Medios y el Diseño. En total se incluyeron 45 industrias de acuerdo al código NAICS desagregado a 6 dígitos. En total existen 23 sectores en las Artes, 8 en Diseño y 14 en Medios. En análisis se llevó a cabo utilizando los datos del “County Business Patterns 2011”. De acuerdo a esta información, existen 844 negocios que generan 6,877 empleos con una nómina anual de $243 millones.
Impacto por sector
El sector de las Artes incluye áreas como las artes escénicas, artes musicales, literatura y publicaciones y artes visuales. El sector de Medios incluye prensa escrita, televisión, cine y radio. Finalmente, el sector de Diseño incluye arquitectura, diseño gráfico, de interiores, industrial, internet y desarrollo de “software”. De acuerdo a la información disponible, el sector de las Artes genera aproximadamente 1,847 con una nómina de $39.1 millones. El sector de Medios genera 6,877 empleados con una nómina de $150.1 millones y el Diseño genera 1,382 empleos con una nómina de $53.8 millones.
En términos de la cantidad de empleados promedio, el sector de las Artes es el más pequeño con 7 empleados, Diseño con 9 (aunque en el caso del “Software” son 34 empleados) y en los Medios con 20 empleados (aunque la Televisión tiene un promedio de 57 empleados por empresa).
El tamaño
La gráfica 1 muestra el tamaño de los negocios en las industrias creativas por sectores. Como se ha establecido, el 63% de los negocios son microempresas que emplean entre 1-4 empleados, mientras que el 19% emplean entre 5-9 empleados. En total, solamente el 2% de los negocios emplea sobre 100 personas, equivalente a 17 empresas. Del total de 45 sectores industriales solamente 10 tienen al menos una empresa grande. Estos sectores son una tienda de libros, una editora de libros, un promotor de eventos con instalaciones físicas, dos empresas de “software”, una de arquitectura, cuatro de prensa escrita, una de producción de cine, una de salas de cine, una de radio y cuatro de televisión.
En términos de los sectores, en las Artes y el Diseño el 70% son microempresas, mientras que en sector de Medios las microempresas representan el 46%. Si analizamos el porcentaje de empresas que tienen menos de 10 empleados, encontramos que representan el 91% en el Diseño, el 87% en las Artes y el 67% en los Medios. En total existen 532 empresas microempresas y 158 que emplean entre 5 y 9 empleados. La gráfica 2 presenta la distribución por sector de los distintos tamaños de empresas.
Comentarios finales
Este informe confirma que en el caso de Puerto Rico la gran mayoría de las industrias culturales y creativas son micro-empresas. Como se mencionado, es de gran importancia a la hora de diseñar estrategias de apoyo al emprendimiento y administración en áreas como la formación e incentivos económicos. De igual forma, el informe demuestra algunas diferencias entre los sub-sectores principales, siendo el sector de Medios donde existen mayor cantidad de grandes empresas.
Utilizando una análisis de correlación entre el tamaño de las empresas y el cambio en el total de establecimientos entre 2007 y 2011 no se pudo determinar una relación directa. Sin embargo, la literatura empresarial plantea que la presencia de grandes empresas puede suponer una barrera de entrada para nuevos competidores por el factor de economías de escala. Claramente, en el sector de Medios esto se refleja en la industria de la televisión, las salas de cine y la prensa escrita.
La información provista en este informe permite hacer análisis posteriores sobre el nivel de concentración de la producción en las industrias culturales y creativas, algo de gran importancia para definir la política pública. Por ejemplo, en el sector de las salas de cine y la televisión plantean una gran preocupación por su importancia con otros sectores como las artes. Por otro lado, el sector de Diseño demuestra que a pesar de ser un grupo de industrias de alto valor añadido, no resulta ser intensivo en mano de obra. Por esta razón, es necesario establecer los vínculos económicos con otros sectores como la manufactura y ventas al detal.
Comentario sobre la presentación del “Perfil de la economía creativa en Puerto Rico”
Casa de Cultura Ruth Hernández Torres – Río Piedras, Puerto Rico
19 de junio de 2013
Por: Javier J. Hernández Acosta
La presentación oficial del informe sobre el “Perfil de la economía creativa en Puerto Rico” fue una excelente oportunidad para establecer preocupaciones, reflexiones y una agenda de temas de investigación en torno a las industrias creativas. En este documento pretendo hacer un recorrido por algunos de esos planteamientos y preocupaciones según mi mejor apreciación y memoria. Definitivamente, y en gran medida es uno de los propósitos del estudio, la presentación del informe generó más preguntas que respuestas.
Es importante señalar que la actividad contó con una importante diversidad en la audiencia. Estuvieron presentes emprendedores creativos, académicos, legisladores, investigadores, responsables de política pública, gestores culturales y representantes de otras iniciativas para estimular la agenda en torno a la economía creativa. En términos de los sectores, habían representantes de los sectores de diseño, cine, televisión, prensa, artes escénicas, música, danza y museos, entre otros.
La primera oportunidad de comentar el informe fue de la Dra. Mareia Quintero, directora del programa graduado en Gestión y Administración Cultural de la Universidad de Puerto Rico. La Dra. Quintero destacó la importancia de hacer disponible estos datos y concentró su intervención en poner el tema de la economía creativa en el contexto de la relación entre cultura y desarrollo. Este análisis es de suma importancia porque precisamente, el discurso de las industrias creativas se ha planteado como un “alternativa viable” para los países en desarrollo. Sin embargo, existen grandes críticas a esa visión, algo que la Prof. Quintero discutió desde cuatro vertientes: la cultura como obstáculo para el desarrollo, el paradigma de la preservación, la cultura como recurso y la cultura y capital social. Sobre este recorrido sobre los discursos en torno a la relación cultura y desarrollo, se cuestiona cuáles pueden ser los indicadores de un desarrollo sostenible.
El Prof. Alfredo Nieves comentó la importancia del informe en términos del reconocimiento de una actividad económica real de estas industrias, algo que estaba pendiente por demostrarse. Destacó la importancia de que el sector creativo se reconozca como gremio y la necesidad de entender las dinámicas que se reflejan en el informe. También comentó sobre la importancia de incorporar este tipo de información a los modelos de negocios y análisis de las industrias creativas, logrando llenar esos puntos críticos y debilidades en la cadena productiva de la economía creativa.
A partir de estos comentarios, se plantearon varias inquietudes sobre los datos que de alguna forma de incorporan a la agenda de investigación. Por ejemplo, la Dra. Quintero hizo preguntas relacionadas a determinar que porcentaje de esas industrias son de capital local, cuántas corresponden a conglomerados y cuáles representan empresas privadas con o sin fines de lucro. En esa misma dirección, Jairo Gómez Arcila hizo un planteamiento muy importante sobre la composición del sector creativo. Planteó que por lo general las grandes empresas se convierten en barreras de entrada para el desarrollo de micro y pequeñas empresas, un área que todavía no se ha investigado en Puerto Rico y específicamente en el sector creativo.
El Prof. Angel “Chuco” Quintero hizo una intervención que fue directamente a cuestionar la naturaleza de la composición de las industrias creativas. En términos generales, su planteamiento iba dirigido a reconocer las dinámicas laborales en este tipo de actividad, algo imposible de recoger en los modelos de empleo e impacto económico. También habló sobre la necesidad de utilizar nuestras propias definiciones y ser cuidadosos con el análisis que se genera a partir de esa información. Otros asistentes manifestaron preocupaciones con los sectores, ya que naturalmente no resulta fácil identificarse en categorías agregadas. Esto es uno de los problemas detrás de las estadísticas oficiales pero sobre con un problema de identidad profesional. Las personas difícilmente se identifican como empresarios o trabajadores creativos, sino que esas identificaciones se dan con su sector específico, entiéndase la danza, música, diseño gráfico, arquitectura, etc. Sobre este tema se generaron algunas preocupaciones particulares de los distintos sectores.
Posterior a la presentación, la Dra. Indira Luciano, directora del Departamento de Economía de la Universidad de Puerto Rico hizo varios comentarios de gran importancia para el proceso de investigación. Primeramente, plantea que es importante mirar la economía creativa como una actividad más allá de una industria. Ocurre algo similar con el turismo, que se compone un grupo de actividades en distintas industrias. Por esta razón, resulta difícil medirlo de esta manera. Esto recuerda el estudio del Profesor Angel Ruiz sobre el tema en 1991. Dicho estudio también habla de la “actividad cultural” y describe este mismo planteamiento. Por ejemplo, en el caso de Colombia, cuando se habla de industrias culturales se incluye todos aquellos emprendimientos donde el contenido principal sea simbólico y de naturaleza cultural. Bajo este escenario, no toda la arquitectura o el diseño se incluyen, solamente en los casos de alto contenido cultural. Adicional a este planteamiento, la Dra. Luciano plantea la importancia de la ubicación geográfica de estas industrias. De igual forma, plantea que un análisis de insumo-producto permite establecer las relaciones del sector creativo con otras industrias.
Todos estos comentarios están siendo analizados para incorporarlos a la agenda de investigación.
Por: Javier J. Hernández Acosta javihernandez@yahoo.com
Incluido en el "Perfil de la economía creativa en Puerto Rico": http://inversioncultural.com/?page_id=1121
Este informe de alguna manera refleja la complejidad de manejar el concepto de industrias creativas. Todavía resta segmentar el análisis a través de sectores para poder intervenirlos apropiadamente. Existen diversos modelos y experiencias para incentivar el desarrollo de empresas e industrias creativas. Sin embargo, como se ha comentado anteriormente, es necesario adaptar los modelos al contexto puertorriqueño.
Es un principio, el enfoque de toda estrategia de desarrollo económico es potenciar la creación de empleos y riqueza, sobre todo mediante la exportación como herramienta principal. Esto supone estudiar, identificar e implementar una serie de incentivos para lograr que empresas creativas puertorriqueñas despunten en los mercados internacionales. Pero aunque esto suena lógico y deseable, la realidad de estos sectores en Puerto Rico es muy distinta. Por lo general, estos mecanismos funcionan en economías desarrolladas donde ya existe una infraestructura y una base sólida de ese ecosistema creativo. En Puerto Rico esa no es la realidad, por lo cual es necesario dar un paso hacia atrás y basar la estrategia en el ecosistema en vez de simplemente en las empresas e industrias creativas.
El caso de Puerto Rico presenta un gran problema adicional. Las industrias creativas son probablemente el sector menos regulado por el marco legal de los Estados Unidos, al cual Puerto Rico está sujeto. Esto se debe a que para los Estados Unidos representa uno de los principales productos y servicios de exportación. Por lo tanto, existe una desventaja natural en relación a otras economías emergentes en el tema de la economía creativa, ya que muchos de estos países han logrado establecer mecanismos adecuados de protección y desarrollo de sus industrias creativas, incluyendo el acceso al consumidor final.
Las empresas no operan de manera aislada. Por lo general forman parte de un ecosistema donde distintos participantes aportan a través de diferentes roles. Contrario a la visión tradicional, el crecimiento económico y el volumen no necesariamente son el indicador principal. Partiendo de este análisis, se propone mirar el rol de las empresas creativas dentro del ecosistema como principal indicador de los incentivos a otorgar.
El modelo presenta tres roles principales: empresas de insumo, de competitividad y de innovación. La forma de pirámide permite establecer que lo que normalmente se incentiva es realmente un pequeño grupo de empresas que a su vez se nutre de lo que pasa en los niveles bajos. Esto quiere decir, que surgen cuando se han dado unas condiciones de competitividad en el mercado local, y ese mercado a su vez es el resultado de unas empresas que proveen los insumos creativos con las destrezas necesarias para desempeñarse en los niveles superiores. Entonces, la condición óptima del ecosistema depende de la condición de cada etapa.
Aunque es natural que exista movilidad de las empresas entre cada etapa, no siempre es así, por lo cual su rol puede ser únicamente el de proveer insumos mediante la experiencia y desarrollo de destrezas laborales y emprendedoras. En resumen, el hecho de una empresa no tenga un rendimiento económico sobre el promedio, no significa que no sea elegible para incentivar. Existen varios análisis para fortalecer el modelo. Por un lado, mientras se amplíe la base se fortalece el ecosistema, lo que deberá facilitar las etapas posteriores. Por otro lado, la rivalidad entre las empresas es fundamental para que se dé la etapa más alta de la pirámide. En este caso, si no se hace correctamente, los incentivos podrían debilitar la competitividad del sector en relación con el exterior.
Esto nos lleva a un planteamiento que hemos desarrollado en los últimos años en torno al “rendimiento cultural”, en este caso, el “rendimiento creativo”. Se trata de un modelo de análisis que permite identificar la contribución de una empresa a todo el ecosistema. Y esa contribución es complementaria a su desempeño económico. En el caso de las organizaciones culturales, el modelo opera tanto en la oferta como en la demanda. Para el contexto de las empresas creativas, ese análisis estará concentrado en el lado de la oferta. Las preguntas claves son: ¿En qué medida la empresa contribuye a fortalecer las destrezas laborales y emprendedoras de los empleados creativos? ¿Qué magnitud tienen los eslabonamientos productivos con otros sectores creativos y fuera de las industrias creativas? ¿Cómo contribuye la oferta de la empresa a la diversidad de bienes y servicios creativos? Y finalmente, ¿En qué medida la operación de la empresa contribuye a la aglomeración geográfica de las industrias creativas? Estos criterios pueden convertirse en una rúbrica de evaluación y el modelo provee los indicadores para analizarlo. En cierta medida, se trata de incluir al análisis lo que normalmente se considera como externalidades (spillovers) y no se mide adecuadamente.
Además del rol de la empresa en el fortalecimiento del ecosistema creativo, es necesario mirar los tipos de incentivos a otorgar. Un segmento de las industrias tiene grandes necesidades de financiamiento, ya sea a través de inversión o de deuda. Otro segmento tiene una gran necesidad de apoyo técnico a la gestión empresarial, algunos de incentivos que contribuyan a equilibrar los altos costos de operación y otro segmento específicamente sobre el tema de comercialización.
Cuando hablamos de un portafolio de inversión, se busca plantear la necesidad de poner sobre la mesa las propuestas a través de esos indicadores, tanto en el plano estratégico de política pública, como en la demanda de los empresarios. Se debe analizar no sólo el rendimiento individual sino su contribución sobre la sostenibilidad del sector en el cual opera la empresa. En resumen, se pueden utilizar indicadores como el sector creativo, el tipo de incentivo, los eslabonamientos inter o intra-industria, su contribución al mercado laboral (sobre todo cualitativamente), la etapa en la cadena de valor y en el ciclo de vida que se encuentra la empresa. Es necesario buscar herramientas de análisis precisas y convenientes para el difícil contexto de Puerto Rico en materia económica y empresarial.
Información sobre nuestros proyectos y servicios a empresas creativas:
787-396-9118 \\ Email: inversioncultural@gmail.com
HOME | NOSOTROS | PROYECTOS | INVESTIGACIÓN |