La Cultura Emprendedora

Javier J. Hernández Acosta Publicado originalmente en El Nuevo Día - 26 de agosto de 2010

http://www.elnuevodia.com/columna-laculturaemprendedora-767088.html

En días recientes el economista Gustavo Vélez comentaba sobre el caso de Ruanda como ejemplo de un país que ha logrado crecer gracias a su enfoque hacia el empresarismo. Si bien es cierto que es necesario establecer las políticas adecuadas que permitan facilitar la forma de hacer negocios en Puerto Rico, también esto nos lleva a plantearnos otra interrogante enfocada en el largo plazo: ¿Aumentará la actividad emprendedora con estas políticas económicas, o tendremos que modificar una cultura que nunca ha estado enfocada en esa dirección? Si el individuo emprendedor identifica oportunidades en el mercadeo pensando de manera creativa y generando valor, entonces resulta necesario revisar qué estamos haciendo para fomentar esa cultura emprendedora.

Sabemos que la necesidad es una fuente natural de empresarismo y la autogestión, y por lo que estamos viviendo en términos económicos esto ya ha estado surgiendo en Puerto Rico. Pero además de la “cultura del resuelve”, necesitamos un empresarismo innovador. Para esto son necesarias características como la perseverancia, la tolerancia al riesgo y el pensamiento creativo. ¿Acaso es esto parte de lo que promueve el sistema educativo puertorriqueño? Son muchos los países que han reconocido la importancia de incorporar la cultura emprendedora a su sistema de educación desde grados primarios, no para que los estudiantes aprendan a hacer un negocio, sino para empezar a pensar de otra manera a la hora de resolver los problemas y necesidades de la sociedad, incluyendo el ofrecimiento de productos y servicios en el mercado.

Como hemos mencionado, el pensamiento creativo es un aspecto fundamental del empresarismo innovador. Y no hay duda que las artes son la fuente principal de la creatividad. En ese sentido, en vez de recortar presupuestos en estas áreas, corresponde incorporar las artes, las ciencias y matemáticas, como pilares de una educación que nos ayude a competir a nivel global. Muchas veces perdemos de vista los enfoques apropiados por la distorsión que genera la política partidista. En momentos en que se discute y cuestiona la dirección del sistema de educación pública en Puerto Rico, es importante reflexionar sobre cómo queremos formar a nuestros estudiantes, y ciertamente, al final se trata de un individuo con la sensibilidad de entender y atender las necesidades de su entorno, algo que indudablemente también tendrá su impacto positivo en la economía.